Buscaba el pez
la luna plateada
sobre los mares.
Pero la noche,
oscura y con tormenta
se lo impedía.
Buscaba el viento
la brisa y el nordeste
de las mañanas.
Pero la brisa
dormía con las olas
y las resacas.
Buscaba el niño
al hombre, marinero,
que era su padre.
Pero la noche,
dejaba sin su cuento
a nuestro niño.
Buscaba Dios
un mundo sin malicias
y mentirosos.
Pero ese mundo
brillaba por su ausencia
y la lujuria.
"Tú, si te buscas,
recuerda que estás cerca.
Vas en ti mismo".
Rafael Sánchez Ortega ©
27/07/20