Revista Literatura

44-Capítulo 30 “Separación”

Publicado el 18 julio 2016 por Cronicasdmm

Capítulo 30

“Separación”

Alexis corta el teléfono, al hacerlo se sentía nervioso, agitado, sudado ya que ahora sabía dónde debía ir y que hacer pero tenía que hacerlo en la forma más rápida posible, el tiempo se le estaba acabando, pensó. Sale de la caseta algo herido en lo emocional, esa alegría que había sentido al ganar La Copa de la Amistad había desaparecido, camina hacia la salida lentamente pero en eso oye la voz de Jorge que le pregunta.

 –  ¿Alexis que paso? Estás pálido. –Alexis lo ve y le dice.

–  Tengo que hacer unas cosas, espera a Abraham y a los demás aquí, ¿okey? –Jorge le dice que sí e iba a preguntar el por qué pero solo ve a Alexis correr a gran velocidad por el mismo pasillo donde había llegado.

–  ¡Alexis! ¡ALEXIS! –Pero su amigo ya había doblado hacia otro pasillo, mira hacia la caseta o hacia donde, buscando explicaciones y algo asustado se pregunta.

–  ¿Qué habrá pasado? –Mientras tanto Alexis corre por el castillo como si no hubiera un mañana inundándose en sus pensamientos.

–  Susana, Susana por qué eres tan… ¡Estúpida! –Rápidamente llega al Salón Vanscint donde la fiesta seguía, se mueve entre el gentío, recibiendo felicitaciones y palmaditas en la espalda, en eso se encuentra a un risueño Abraham quien al verlo cansado y nervioso se pone serio y pregunta.

–  ¿Qué paso, le paso algo a Dulce? –Alexis le contesta.

–  No lo sé, no la he encontrado pero tengo que llevarme a Skee, ¿Sabes dónde está? –Abraham le contesta.

–  Dónde más que en tu cuarto. –Alexis va a los dormitorios y es seguido por Abraham que vuelve a preguntar pero sin recibir respuesta alguna. Ya en los dormitorios Alexis encuentra en su cama a su mascota durmiendo en la forma de un gato blanco, se acerca a él y le dice.

–  Vamos muchacho despierta, te tengo que llevar.

–  ¿Llevarlo a dónde? –Pregunto Abraham pero Alexis no le contesta. Abraham vuelve a preguntar y en esa oportunidad su amigo con su mascota en brazos, le contesta en forma muy seria.

–  A otro lugar… Abraham reúne rápido al grupo y llévalos a la Central Telefónica donde esta Jorge, ahí te llamarán, esa llamada es para ti, haz todo lo que se te diga en esa llamada. ¿Entendiste? –Abraham estaba preocupado ya que por la seriedad que Alexis le hablaba es que era algo muy serio.

–  Okey, okey pero después me tienes que explicar qué diablos sucede. –Alexis se retira con Skee en sus brazos sin antes decir.

–  Tiempo al tiempo amigo mío, solo hazlo rápido. Nos vemos. –Alexis se va dejando a Abraham varado en los dormitorios. Luego de unos segundos sube Amy quien le pregunta.

–  ¿Qué pasa con Alexis, por qué salió raudo a los pasillos con Skee en sus brazos? –Abraham le contesta.

–  No lo sé pero tenemos que reunir al grupo enseguida e ir a la Central telefónica.

–  ¿Ahora? –Pregunto una extrañada Amy y Abraham seriamente le contesta.

–  Ahora y lo más rápido. –Amy se sorprende por la seriedad de su amigo pero después dice.

–  Ok vamos hacerlo de inmediato. –Los dos van a la Sala de estar para buscar a: Amy, Nicolás, John y a Dulce si es que la pillaban. Mientras tanto Alexis, corría y corría por los pasillos. Skee lo seguía, ahora convertido en un perro Collie de un hermoso color blanco. Los dos se dirigían a la torre de los pájaros, lugar donde residen todos los búhos y aves del castillo. Alexis no había ido nunca pero ayudándose por los carteles de los pasillos pudo llegar lo más rápido posible. La torre tenía muchas jaulas y el piso estaba, extrañamente, libre de caca de pájaro, estaba limpia la torre aunque el olor a comida y de las aves era fuerte. Subió hasta la cúspide de la torre al aire libre de una noche despejada. Luego se agacho para estar al mismo nivel que Skee y le dijo.

–  Te voy a pedir un favor… –Alexis miraba los ojos de su mascota, unos ojos llenos de inocencia pero también de un espíritu salvaje. Después junta su frente con la de Skee y le transmite. –Quiero que protejas a Susana, que la auxilies si sale herida o es atacada mortalmente. Tal como lo hiciste conmigo una vez, quiero que hagas lo mismo con ella. Protégela con tu vida pero no interfieras en sus batallas a no ser que reciba una herida mortal. Te mando ahora a Atacama para que la conozcas y la observes con cuidado, cuida que no te pillen y por favor no regreses hasta que la guerra que se avecina en ese lugar haya terminado y que Susana este a salvo y por sobre todo bien sana. Vete lo más rápido posible, en mi mente te muestro la imagen de ella, por favor cuídala. –Skee hace unos sonidos como si se estuviera triste al dejarlo y Alexis lo abraza con alegría diciendo.

–  No te preocupes no me pasara nada. Ya vete, ve a protegerla y solo enfócate en ella y regresa cuando ya la guerra allí haya terminado y Susana este sana y salva en Santiago. –Skee se convierte en un halcón blanco y sale raudo volando alejándose del castillo mientras su dueño lo veía alejarse del castillo. Alexis no pudo soportar la tristeza que sentía al verlo partir y una lagrima cayo por su mejilla mientras decía.

–  Por favor cuídala y cuídate mucho también. Te voy a extrañar amigo mío. –Luego baja de la torre de los pájaros y camina sin destino, perdido en sus pensamientos mientras recordaba lo que su amiga le dijo:

–  No te quise decir antes y tampoco me dejaste decírtelo pero voy a pelear en la guerra que se avecina.

–  Eso ya lo sabía. Igual tienes que avisarme cuando vayas hacia Calama.

–  Eso te quiero decir Alexis, ya estoy en Calama. –Dijo con voz tímida a lo que Alexis abre los ojos en señal de sorpresa.

–  ¿Pero eso quiere decir que ya vas a pelear? –Susana le contesta.

–  A finales de mayo pelearemos pero quizás todo se adelante. Todo el plan se adelantó. –Alexis se enoja y empuña la mano que tiene libre y luego dice.

–  ¿Cuándo ibas a decirme? ¿Un día antes que lucharas? –Susana le contesta algo nerviosa.

–  No es eso, te iba a contar pero no podía. Lo estás pasando bien allá y no quería preocuparte. –Alexis mira al techo de la caseta telefónica y le dice.

–  Lo estoy pasando bien aquí pero eso no significa que no me cuentes. –Susana le dice.

–  Okey pero por favor no te enojes conmigo, igual faltan varias semanas. Además con la información que te he dado tendrás trabajo que hacer allá.

–  Cuídate ya, no quiero que nada te pase. –La preocupación que trasmitía en su voz llego al corazón de Susana que le dice.

–  No me pasara nada, he crecido mucho desde la última vez que nos vimos, ya verás que sobreviviré.

–  Eso espero. –Luego de eso se despiden y cortan la comunicación. En eso Alexis vuelve de sus recuerdos y ve el rostro de alguien. Despues se da cuenta quien es y  le pregunta.

–  ¿Y tú qué haces aquí? No deberías estar donde te dije. –Jorge le indica con las manos que pare, luego le dice.

–  Tú me dejaste ahí botado, no sabía qué hacer así que te fui a buscar. –Alexis se extraña, diciendo.

–  Pero… –Ve a su alrededor y estaba en el tercer piso, en el pasillo que tiene a la vista el patio Rosswood.

–  ¿Y cómo llegue aquí? –Jorge sonríe diciendo.

–  Vaya veo que ni sabes para donde caminas. –Alexis se acerca a la baranda mientras le dice.

–  Cállate. –Jorge se coloca a su lado y los dos ven el paisaje de noche. Un cielo claro y estrellado y una luna llena grandiosa que iluminaba la noche. En eso Jorge pregunta.

–  ¿Y qué fue lo que te contaron? –Alexis lo mira y le dice.

–  Me han dicho que la Isla que buscamos es la misma en donde estamos ahora.

–  ¡¿Qué?! –Alexis le dice.

–  Así es, el lugar donde fue enterrada la Bruja Dorada fue en esta Isla o sea en la Isla Rosswood. –Jorge no podía creerlo pero después sin saber, sonríe diciendo.

–  Guau entonces tenemos que buscar la tumba de la Bruja Dorada, ¿Pero por dónde comenzaremos? –Alexis contesta.

–  No lo sé, hay mucho por donde buscar pero ahora me asalta una duda.

–  ¿Cuál es? –Alexis le contesta.

–  ¿En serio que no te gusta el helado de piña con durazno? –Alexis esperaba la respuesta de Jorge pero este miraba para otra parte muy extrañado, diciendo.

–  Ey, ¿Esa chica de ahí, no es Dulce? –Alexis se sorprende por las palabras y dirige su mirada hacia donde mismo ve Jorge, diciendo.

–  Donde, ¿Dónde la viste?

–  Ahí en los matorrales que están antes de la estatua. –Alexis quiere ver hacia ese lugar y logra ver la silueta de una chica que esperada al lado del último matorral antes de llegar a la estatua del fundador de Rosswood.

–  ¿Y qué hace ahí esa bruta? La he estado buscando todo el rato. Ya me va a escuchar esa niñita. –Alexis parte caminando con la intención de ir a ese lugar pero Jorge lo sujeta diciendo.

–  Espera un momento, alguien sale al patio, y parece que se dirige hacia donde esta ella. Mira, mira. –Jorge le indica con la mano hacia donde ver y Alexis al ver, ve que es alguien con capa que, al parecer, va en dirección donde esta Dulce.

–  ¿Qué hacemos? –Pregunto Jorge a lo que Alexis quien solo observaba le contesta.

–  Quedémonos aquí a observar. Vamos a observar.

–  ¿Estás seguro? –Preguntaba Jorge a lo que Alexis solo le basto una mirada para responder y así los dos se quedan observando.

En tanto Dulce seguía de pie esperando, vestía ropa de calle, una blusa azul ajustada y unos jeans azules con zapatillas blancas. Su vestimenta no era tan llamativa como si intencionalmente se hubiera vestido para la ocasión. Su mano izquierda la tiene empuñada pero con un  papel en su interior y su vista concentrada a lo que parecer ser una persona vestida con un traje negro y capucha del mismo color que se acerca hacia ella. Ya cuando la persona estaba a pocos pasos, Dulce se acerca a la persona y le pregunta.

–  ¿Quién eres tú? –El tipo se saca la capucha que cubre su rostro y Dulce al ver el rostro se sorprende y a la vez se ruboriza en demasía y solo dice el nombre de dicha persona.

–  Alexis. –No solo Dulce quedo sorprendida, también dos espectadores ocultos, en especial Jorge que vio al otro Alexis que estaba a su lado y luego al otro que estaba con Dulce. Después da un salto hacia atrás y saco su varita y con intenciones de atacar le dice al Alexis.

–  ¿Quién eres tú? –Alexis solo lo mira en forma intensa. Mientras Dulce, pregunta al otro Alexis que estaba con ella.

–  ¿Eres tú quien me mando este mensaje? –El Alexis le contesta.

–  Claro que fui yo, ¿Quien más iba a ser?

–  ¿Pero sabes que dice aquí?

–  Claro que lo sé, si lo escribí yo. –Dulce veía la nota nuevamente y su rostro se encendía de rubor.

–  Pero aquí te me estás declarando Alexis, estás diciendo…

–  Que te amo, lo sé. Y es así. –Dulce muy ruborizada le dice.

–  Pero estás loco, tú no puedes decirme eso. –Alexis se acerca a ella a tal punto que coloca las manos en sus hombros y mirándole le dice.

–  Te amo desde la primera vez que te vi. –Dulce mira fijamente a Alexis y no podía creer lo que escuchaba. En tanto Jorge con el otro Alexis insistía en preguntar.

–  ¿Quién demonios eres tú? ¡DIME! –Alexis que miraba la escena de Dulce y el otro Alexis, lo mira y le contesta.

–  Cállate mejor y deja de preguntar tonteras. –Luego mira la escena de su amiga y dice.

–  Sé quién soy. –Jorge no sabe qué hacer pero decide moverse hasta quedar a un ángulo donde podía ver a Dulce y a los dos Alexis por igual. Mientras tanto Dulce se separa del Alexis y luego se da vuelta, dándole la espalda mientras dice.

–  No puedo creerlo, si bromeas te juro que te pego hasta cansarme. –En eso siente el abrazo por la cintura del Alexis que al oído le dice.

–  Te quiero, y sé que también me quieres, me he dado cuenta de ello. –Susana siente un calor intenso en todo su cuerpo que la acalora en demasía y el otro Alexis que estaba con Jorge al ver tal escena le dice.

–  Es mejor que vayamos para allá. –Pero Jorge que no bajaba la guardia le dice.

–  No te hare caso hasta que pruebas que eres el verdadero. –Alexis mira hacia un lado y luego le dice.

–  Okey, como quieras. –Se acerca a Jorge y este le dice.

–  No te acerques, juro que te hechizare. –Pero Alexis se acerca sin más pero luego lo evita y sigue su camino diciendo.

–  Si quieres me disparas, si quieres no, pero no dejare que Dulce la tomen por estúpida. ¿Oíste? –Y luego se echa a correr y Jorge lo sigue sin guardar su varita mágica, sin antes decir.

–  Maldita sea, te seguiré pero aún no sé si eres tú o no. –Y los dos se van corriendo hacia donde estaba Dulce quien siente un calor abrasador y cálido pero que no le gustaba en nada.

–  Suéltame por favor. –Pero Alexis le dice.

–  Vamos, si sé que te gusta. –Dulce nuevamente le pide lo mismo pero también comienza a moverse para soltarse hasta que Alexis la suelta y luego Dulce se acerca para increparlo y le dice.

–  ¡¿Qué demonios te sucede?! ¿Primero me dices que me amas y luego quieres asfixiarme? –Alexis mira al piso y luego dice.

–  Pensé que iba a resultar. –Dulce le pregunta ¿Qué cosa? A lo que Alexis le contesta.

–  Dulce si te pido algo ¿Me lo entregarías? –Dulce contesta con otra pregunta.

–  ¿Qué es lo que quieres? –Alexis le contesta.

–  Lo que llevas en el cuello. –Dulce se toca el pecho y siente la llave que el mismo le dio y es ahí que la mirada de Dulce cambia y le pregunta.

–  ¿Qué cosa? –Alexis entonces hace una mueca y…

Jorge y el otro Alexis seguían corriendo, estaban llegando al patio hasta que aparecen dos estallidos de luces, una azul y una verde. Alexis al ver eso grita a viva voz.

–  ¡DULCE! –Ambos chicos corren más rápido y ve con horror que tanto el otro Alexis como Dulce están tirados en el suelo. Jorge y el propio Alexis no pueden creer la escena y se preguntaron si los dos estaban muertos o no pero en eso Dulce se pone de pie, diciendo.

–  Maldito bastardo. –Alexis corre a socorrerla pero al momento de que ella escucha su voz, se lo saca de encima y se aleja de él y muy enojada y con varita en mano le dice.

–  Acércate y te vuelo los sesos. –Alexis levanta las manos y le dice.

–  Oye tranquila, soy yo Alexis. –Dulce le dice pero más bien le da una orden.

–  Pruébalo. –Alexis trata de pensar algo pero nada le viene a la mente y la chica al ver que no hay respuesta, una luz se enciende en la punta de su varita, señal que estaba por atacar. El chico al ver esto dice lo primero que se le ocurre.

–  ¿Recuerdas la primera vez que combatimos, te dije que había perdido y tú me dijiste que bromeaba porque sobreviví a tu ataque del cual nadie había salido airoso y que por eso decías que tú habías perdido? –Dulce le dice.

–  Error yo nunca dije eso. –Alexis se sorprende y solo atina a cerrar los ojos y esperar lo peor pero luego de unos segundos nada pasaba, abre los ojos y ve a Dulce que le dice con una sonrisa.

–  Te engañe. –En eso escuchan a Jorge decir.

–  Chicos miren. –Alexis se da vuelta y ve al tipo que se hacía pasar por él.

–  Pero si es… –Dulce completa la frase diciendo.

–  Gustav. –Jorge luego les muestra.

–  Miren llevaba esto. –Ambos chicos ven que Jorge tenía en sus manos una máscara con el rostro de Alexis que parecía muy real. Luego ambos se acercan al cuerpo de Gustav. Alexis le toma el pulso en el cuello y Dulce le dice.

–  Despreocúpate solo lo deje inconsciente. –Alexis le pregunta.

–  ¿Y cómo supiste que no era yo? –Dulce le contesta.

–  Simplemente cuando dijo que quería que le entregara lo que llevaba en el cuello. –Alexis se extraña y pregunta.

–  ¿Te refieres a la llave? –Dulce sonríe y dice.

–  Esa es la respuesta correcta pero Gustav solo dijo “la cosa” y ahí supe que no eras tú, bueno lo supe desde antes me parecía extraño su actitud. –Alexis dijo.

–  También me pareció extraña su actitud. –Dulce se sorprende por lo que dice y pregunta ¿Cómo lo sabe? A lo que Alexis contesta.

–  Cuando te abrazo por la espalda supe que estabas en peligro, además yo nunca te abrazaría de esa forma. –Dulce le llega esas palabras como un golpe y se sentía un poco tonta ya que aunque lo sentía extraño en el fondo le gusto un poco. En eso escucha a Alexis decir.

–  Chicos miren, este Gustav llevaba lentes de contacto para reemplazar el color sus ojos. –En eso llega el resto del grupo. Abraham, Miriya, Amy, Nicolás y John que al ver la escena se preguntan qué fue lo que pasó y Dulce les explica, diciendo.

–  Es Gustav que se hizo pasar por el Alexis solo para quitarme la llave que llevo en el cuello… –Mientras Dulce hablaba, Alexis se pone de pie mirando a Gustav pero de pronto Jorge a viva voz le dice.

–  ¡ALEXIS CUIDADO! –Alexis mueve su cuerpo para ver a Jorge y con sorpresa un rayo pasa por su lado, dirigiéndose directamente a…

–  Pero yo supe que… –A Dulce que en plena conversación siente de inmediato que algo le atraviesa el hombro derecho de una forma violenta y es tal el dolor que cae de rodillas tocándose el hombro. Alexis ve a Dulce herida y no puede creer lo que sucede pero en eso…

–  ¡CUIDADOOO! –Alexis se da vuelta y ve un rayo dirigiéndose hacia él pero… Jorge lo empuja y es a él quien le llega el rayo en pleno pecho y no solo eso, lo envía metros atrás chocando con Abraham, Nicolás y John. Todos ven hacia el origen del ataque y ven dos siluetas detrás de la repisa que sostiene la estatua del fundador de Rosswood pero después de ahí vienen otros rayos de luz y todos se resguardan en lo que pueden. Alexis se resguarda en los matorrales mientras ve como Abraham, Nicolás y John se llevan el cuerpo de Jorge detrás de los matorrales más cercanos mientras Dulce es llevada por Amy y Miriya también a los matorrales cercanos a donde estaba Alexis quien aprovecha de preguntar.

–  ¿Dulce estás bien? –Esta le contesta mientras tapa su hombro que sangra sin cesar.

–  Estoy bien, no te preocupes. –Pero de pronto, Alexis ve como la llave sale de las ropas de Dulce y esta intenta sostenerla.

–  Demonios, no sé qué pasa con esta llave pero está tirando de la cadena muy fuerte. –Alexis trata de moverse pero en eso pasa un rayo por su costado y vuelve a quedarse quieto y luego escucha un grito de Dulce que dice.

–  Noooooo, regresaaaa. –La llave logra zafarse del cuello de Dulce y Alexis ve como rápidamente pasa por su vista y sin poder hacer nada ya que los rayos no paraban de aparecer.

–  Maldita sea. –Alexis saca su varita de su ante brazo y luego toma aire y se lanza al ataque, se muestra ante las siluetas y dice.

–  Rainus–De su varita sale un rayo azul pero que choca con la placa de la estatua. –Dulce le pregunta si le dio pero Alexis le contesta.

–  No les di pero ya tengo una idea para qué sirve la llave.

–  ¿Qué estás diciendo y por qué no te proteges? –Alexis le contesta pero sin quitar la vista hacia la estatua.

–  Escaparon por la repisa de la estatua. –Rápidamente llega Abraham a su lado que ve que la parte de atrás de la repisa está abierta como una verdadera compuerta. –En eso Amy le dice.

–  Alexis, Gustav despertó. –Rápidamente Gustav es rodeado por Amy, Miriya y Nicolás. Alexis camina hacia ellos mientras mira a John con un inconsciente Jorge que tenía sangre en la boca. Luego Dulce llega a su lado y Alexis se da cuenta que se hizo un torniquete con tela de su blusa y así, al parecer, la hemorragia se detuvo pero aún así le pregunta si está bien y ella contesta.

–  Estoy mejor pero igual me duele. –Luego llegan donde estaban sus amigos que rodean a Gustav y luego Dulce le iba a recriminar pero Alexis la interrumpe y le pregunta directamente a Gustav.

–  Me vas a decir de inmediato ¿Por qué querías la llave que llevaba Dulce? –Gustav no entendía mucho pero al ver que era amenazado con muchas varitas decide decir lo que ocultaba.

–  Está bien pero no diré nada si me están amenazando con las varitas. –Alexis pide que bajen las varitas y luego Gustav comienza a hablar.

–  No sé si era una llave pero cuando vi ese demonio con las alas abiertas supe que era la que había escuchado sobre una leyenda de mi casa y por eso quería quitártela. –Dulce le recrimina diciendo.

–  Entonces si querías matarme maldito. –Gustav al ver la furiosa mirada le dice.

–  No, no es así solo quería aturdirte para quitarte lo que tenías en el cuello.

–  ¿De qué trata esa leyenda de tu casa? –Gustav que estaba en el suelo le contesta aunque con voz muy nerviosa.

–  La leyenda dice que debajo de la Estatua de Rosswood hay una serie de túneles que dirigen a una gran riqueza y que una llave de cabeza con un demonio con las alas abiertas podía abrir la compuerta.

–  ¿Dónde supiste esa leyenda? –Pregunto Abraham a lo que Gustav contesta.

–  Está en la cámara secreta de la torre Vardein. –Alexis miraba a Gustav pero en eso recibe un codazo de Dulce, entonces la mira y ella le indica que fueran para un lado. Alexis entonces le dice a sus amigos.

–  Que hable todo lo que sabe. –Ambos chicos se alejan un poco del grupo y Dulce ya al ver que podían conversar le dice.

–  ¿No habías dicho que la llave era de la “Puerta del Destino”? –Alexis le contesta.

–  Lo sé, en ese estoy seguro pero veo que también abre otras puertas.

–  ¿Alexis que hacemos ahora? –Alexis lo piensa mirando hacia la estatua y luego dice.

–  Perseguirlos. –Dulce le dice.

–  No me refiero a eso, ¿O no te diste cuenta de algo? –Alexis se le queda mirando fijamente y luego le dice.

–  Ya me di cuenta pero no podemos hacer nada hasta que lo corroboremos. – Luego ambos se dan vuelta y es Alexis quien dice.

–  ¿Chicos quien me acompaña a perseguir a los responsables? –Todos levantan la mano pero Amy pide la palabra y dice.

–  Alguien tiene que quedarse a cuidar a Jorge, a Dulce y a Gustav. –Este último dice.

–  Yo también quiero ir. –Alexis y Dulce se ven entre si, en sus pensamientos Alexis le dice.

–  Me cuesta decir esto pero sé que te ataco pero puede ser de ayuda y no creo que este con quien quiera que sean. –Dulce cierra los ojos y luego dice.

–  Está bien, tu Gustav vas también. Tú iras en mi lugar, yo me quedare aquí a cuidar de Jorge –En eso John les dice.

–  Yo me quedo también a cuidar a Jorge y creo que Nicolás debiera quedarse también. –Nicolás lo mira y le dice.

–  Creo que John tiene razón, de todos ustedes yo soy el más débil en habilidad creo y el más chico en estatura. –Dulce le dice.

–  Estas por ahí en estatura que Alexis, pero si eres el más débil de todos. –Alexis mira feo a Dulce y Abraham les dice.

–  ¿Entonces vamos Alexis, Amy, Miriya y yo? –Dulce le dice

–  Te falto Gustav. –Abraham mira a Gustav y dice.

–  Ah me falto el indeseable, bueno entonces ¿Nos vamos? –Alexis y el resto dicen que sí. Dulce acompaña a los 5 hacia donde está la estatua. Mientras caminan Dulce le pregunta a Alexis.

–  ¿Qué pasa si Jorge no despierta? –Alexis le contesta.

–  Tú sabes que hacer, ¿Para qué me lo preguntas? –Dulce le contesta.

–  Tú sabes a que me refiero. –Alexis piensa mirando el cielo nocturno, buscando una solución y luego le contesta.

–  Tú eres más fuerte, yo sé que te las arreglaras, pero de por sí, si quieres, dile a Nicolás que te ayude. –Dulce lo piensa y luego, un tanto en broma y un tanto en serio, le dice.

–  ¿Si soy la más fuerte porque no dejas a Gustav aquí y yo voy con ustedes? –Alexis da un vistazo a Gustav que estaba más atrás del grupo y luego le dice a su amiga.

–  No confió en él para que cuide a Jorge. Confió en ti pero tu herida se nota que te duele, no quiero arriesgarte.

–  ¿Y tú estás en condiciones de luchar después del partido que tuviste? –Le pregunta Dulce a lo que Alexis contesta.

–  Ya estoy bien, con más energías, no te preocupes por eso. – El grupo llega donde la estatua y ven que una parte de la repisa sobresale del resto pero no había rastros de la llave solo algo que estaba como semi abierto. Alexis junto con Abraham abren lo que es una compuerta de cemento y ladrillo. Al hacerlo ven con sorpresa una escalera de cemento cubierto de tierra y con algo de humedad en cada escalón que se pierde en la oscuridad.

–  ¿No será una trampa y querrán que los sigamos? –Pregunto Miriya a lo que Abraham dice.

–  Claro que es una trampa, lo importante es que no caigamos en ella.

–  Lo importante es buscar la llave que nos robaron y saber por qué querían matarte Alexis. –Lo que dice Dulce deja perplejo a todos pero no así al aludido que sigue mirando la escalera y que luego dice.

–  Los que quieran seguirme que lo hagan, los que no, se quedan. –Y sin más comienza a bajar por la estrecha escalera. Miriya, Abraham y Amy se miran entre si y deciden seguirlo. El último en hacerlo es Gustav que solo atina a decir.

–  Yo solo quiero ver, no quiere decir que te siga. –El grupo baja siendo observados por Dulce, quien ve cómo la oscuridad los va cubriendo lentamente y cuando ya la oscuridad los cubrió, ve a Nicolás que acompaña a un inconsciente Jorge y a John que mira solo al cielo estrellado. Recuerda las palabras de su amigo, se queda pensando y luego de unos segundos dice.

–  ¡Nicolás ven un momento! –En tanto, el grupo seguía bajando en una densa oscuridad y ya cuando la poca luz de la noche ya no alumbraba nada, Alexis saco su varita pero otra voz se le adelanta diciendo.

–  Esfra Lumus. –Era la voz de Gustav quien creó una esfera de luz del tamaño de la palma de su mano y con eso se pudo ver un pasillo de paredes rocosas de dos por dos, y a dos metros de altura, un techo de roca que aparentaba haber sido fundida por algo o por alguien. Siguieron bajando por el pasadizo hasta que llegaron a una especie de cámara subterránea, cuyas paredes rocosas llenas de polvo y telarañas le daban un tono sombrío. La cámara solo tenía un sentido que era hacia la izquierda y así comenzaron a caminar. Alexis delante del grupo, las chicas atrás de él, Abraham y Gustav resguardado atrás, este último le paso la esfera de luz a Miriya que la tenía levantada para alumbrar todo el lugar. En ese silencio basto y tenso, Amy le murmura a Alexis.

–  ¿Esto está muy silencioso no lo crees? –Este le contesta.

–  Bastante, y eso me preocupa.

CONTINUARÁ…

El Capítulo 30 “Separación” continuará en la semana del 25 de julio del 2016.

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Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014

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