Nosotros tuvimos la suerte de conocer a unos padres con un hijo con que, como el nuestro, Arturo, nació con síndrome de Down y que acudían a INPA. Arturo visitó por primera vez el Instituto con 20 meses, tiene ahora 31 .
En ese tiempo Arturo ha experimentado grandes cambios que nos hacen sentirnos contentos y orgullosos de él, y muy esperanzados en sus logros futuros.
Por un lado, el planteamiento de los profesionales nos agrada enormemente, por cuanto que va dirigido a lograr que Arturo desarrolle al máximo sus posibilidades, y siempre confiados en que puede y debe hacerlo, y ellos, y nosotros debemos ayudarle. Así desarrollan un programa de organización neurológica que comprende estimulación sensorial, desarrollo intelectual ( bits de conocimiento, lectura y matemáticas), desarrollo del sistema vestibular , estimulación del lenguaje…
Por otro lado, se trata de profesionales cercanos, intensamente involucrados e interesados en la evolución de nuestro hijo, incidiendo siempre en seguir hacia adelante. Nos gusta su método y su forma de ponerlo en práctica porque, no sólo aplican sus técnicas, sino que nos explican a los padres el por qué de los diferentes ejercicios o actividades que se nos pautan.
Desde estas líneas queremos agradecer a INPA la ayuda que brindan a nuestro hijo.
Los papás de Arturo ( Madrid)