45/2014
UNO
(Casi) nunca hay lluvia
En Santa Ana
Pero hoy llueve.
Camino, pensando:
Amor mío, ¿cómo estás?
Umbrío el sentir,
Húmeda la piel,
Sólo hallo silencio
Debajo del tamborileo que percute
En los mínimos aleros
Que repercute
En el íntimo ego.
DOS
No creo en seres prodigiosos.
No creo en productores omnipotentes ni en reguladores omnicientes.
No creo en incubos, súcubos, tótems, golems o palomas etéreas.
No creo en salvadores martirizados por mi culpa.
No creo en complacientes genios aureolados.
No creo en meditaciones trascendentales.
No creo en karmas.
No creo en yogas
No creo en vibraciones còsmicas o tántricas
No creo en Budas
No creo en redundantes inseminaciones divinas
No creo en supermanes apurando kriptonita por mi bien
No creo en poderes que para hablar consumen arbustos
Creo en tí
Creo en tí como parte de mí
Y creo en mí como parte de tí
Creo en tus -mis- hijos
Creo en tu vida que me ha dado vida
No hay más
Sòlo en eso creo
Sólo en tí...
TRES
Camino bajo la lluvia
En la lluvia
Con la lluvia.
La humedad transmuta
En Pátzcuaro a Santa Ana
Y sus vientos descorren
El telón de nubes.
Veo a Selene y sé que
Tú la ves.
Y con ella mi saludo va:
Amor mío, ¿cómo estás?
Santa Ana, Cal. 16, febrero, 2014