46: Mi problema con el alcohol

 
Tengo un problema con el alcohol, y ésta será una de esas confesiones sinceras que me da algo de verguenza pero que también es parte de mi historia personal y debo contarla. Me pasa algo muy extraño cada vez que tomo demasiado, no se me moja la canoa, no se me chorrea el helado. No. Por el contrario, cada vez que me embriago, despierta en mí ese bichito bisexual que me resulta dificil entender del todo. No me considero bisexual, no me gustan las mujeres para otra cosa más que amigas, pero lo cierto es que cuando ando con unas copas de más encima, me pongo juguetón y termino haciendo aquello que conscientemente jamás intentaría.
Recuerdo que por el año 2009, solía salir muy seguido con una chica llamada Ana, no sólamente porque me caía bien, sino porque era  la mejor amiga de Lucas, mi pareja. Anita era magnifica, muy alegre, simpática y siempre preocupada por todos. ¡Un pan de dios! Sin embargo los buenos momentos que pasabamos juntos, se fueron al demonio, cuando nos reunimos todos en casa de mi chico para celebrar su cumpleaños. No sé como pasó, ni en qué cosa estuve pensando. El asunto era que en un abrir y cerrar de ojos, estaba tan ebrio que comencé a besarme con Ana ante la mirada de terror de todos los presentes que sabían muy bien que yo era "el novio" del cumpleañero. Fue la peor estupidez que pude cometer en mi vida y marcó con justa razón el fin de mi relación con aquel lindo chico.
Pero la historia no terminó allí. Lamentablemente Ana pensó que yo 'pateaba con los dos pies' y pasada la tormenta, me buscó para continuar viéndonos y "seguir con aquello que teníamos pendiente". Sabía muy bien que, a menos que me convierta en un alcohólico, no habría podido llegar a nada más con ella, así que fui sincero y le aclaré que lo único pendiente que quería retomar era mi relación con su amigo. "Esa perra, cuando no quitándome los maridos"- me respondió furiosa, despertando mi desconcierto.
Y bueno, era obvio que estaba dolida pues sus siguientes palabras fueron aún más sorprendentes: "Te dire lo que vamos a hacer, Mijaíl. No me gusta nada saber que prefieres encamarte con mi amigo, antes que conmigo. Así que no volveremos a hablar de eso, es mas, no volveremos a hablarnos, te bloquearé de mi messenger y estás fuera de mi hi5 (no usabamos aún el Facebook), borraré todas nuestras fotos juntos y olvídate de mi número telefonico, lo cambiaré". 
Su reacción me dejó en shock, no esperaba en verdad perder su amistad así de buenas a primeras, en verdad ella me caía muy bien y no quería dejarla ir así. No lo pensé dos veces e intenté hacerla cambiar de parecer "Me gusta estar contigo, quiero que seamos amigos, no me puedes eliminar así de tu vida", ella se paró decidida delante mio y acercó su mano hacia mi entrepierna, sobándome con una delicadeza increiblemente exitante - ¿Dime, que tal se siente? Era invitable, no podía decirle que no me gustaba. "Mmme gusta, pero..." y cuando trataba de acabar la frase, comenzó a apretarme tan fuertemente que juro haber visto a San Judas calato de tanto dolor. ¿Y Ahora qué sientes, Mijaíl? - preguntó con su cara diabólica "Ahhhhhh me duele!"-grité desesperado. "Bueno, eso es lo que te pasará si seguimos viéndonos... te sentirás muy contento al principio, pero luego, cuando comience a enamorarme de ti, seré un dolor en los huevos que jamás podrás olvidar, así que creeme que es mejor que lo hagamos todo a mi manera, es lo que siempre he hecho para protegerme y siempre me ha funcionado".  Y claro... no hubo forma de decirle que no a tan ilustrativo ejemplo.Me alejé de ella y volví a convertirme en aquel hongo que se ocultaba del mundo dentro de su habitación.

2012

Este año me enteré que Ana viajó a Paris y se llegó a casar con un francés bastante guapo. Me sentí contento por ella pues en las fotos de facebook (Sí, llegó a aceptarme en su facebook luego de más de dos años) se le veía muy feliz en las más de 50 tomas al lado de este tipo. Sin embargo, esta noche recordé la experiencia que les acabo de contar, pues luego de varios meses volví a pasar por el facebook de Ana y me di cuenta que ya no hay rastros del Francés. No hay foto alguna junto a él. Lo ha borrado por completo de su vida, tal y como lo hizo conmigo alguna vez. ¡Pobre Francés, debe estar sobandose rico los...! - Pensé.
#117 Antes de ti: Ana (Es bueno alejarse de quienes te hacen daño, sin embargo hay veces en las que es mejor enfrentarlos y aprender a convivir con ellos. Eso aprendí de tí, mi eterna fujitiva).
PD. Anoche nacieron los cachorritos de mi perrita Raiza. Mañana tomaré unas fotos para que los puedan conocer. :)