De las derrotas
recoge lo que puedas
para aprender.
Nunca te veas
vencido y amargado,
aunque te cueste.
Busca la vida,
no todo son victorias
y hay nubarrones.
Mira las rosas,
florecen todo el año
si se las cuida.
Es indudable
que todo se marchita
y nada queda.
Vamos al polvo,
después de un recorrido
tras de los sueños.
Pero te digo
que aprendas día a día
de las derrotas.
Tendrás la paz
que ansías y deseas
y una sonrisa.
Porque los cielos
serán muy generosos
con los vencidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/02/21