Camino azul
del río que desciende
de las montañas.
En tu reflejo
hay guiños y saudades
de los meandros.
Llenas los ojos
de luces y caricias
con gran primor.
Camino azul
del mar, siempre profundo
y misterioso.
Entre las olas
cabalgan las sirenas
y yo con ellas.
Se mueve el labio
al beso de la brisa
con tu suspiro.
Camino azul
que llevas a las almas
hasta los sueños.
Deja que el pecho
del niño, y sus latidos,
sientan la vida.
Toma sus versos,
escancia sus poemas
y sé feliz.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/21