Suena la música
llenando de alegría
los corazones.
Es la guitarra
sonando en la distancia
muy dulcemente.
Alguien la rasga
y pulsa bien sus cuerdas,
con maestría.
Me hace soñar
y vago entre las nubes
con mis recuerdos.
Lejana infancia,
quebrada juventud
y lozanía.
Casi sin tiempo
la música y la vida
han continuado.
Bello sedante
que calma los rescoldos
del alma anciana.
Veo a Granada,
paseo en Aranjuez,
duermo en Toledo.
Suena la música
y yo me voy con ella
sin darme cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/21