Se pasa el tiempo,
te dicen los recuerdos,
no se detiene.
Pero el presente,
que anuncia otro mañana,
hay que vivirle.
Y aquí seguimos,
en tiempo y por el tiempo,
su discurrir.
¡Bendito tiempo,
dirá el afortunado
con su sonrisa!
¡Maldito tiempo,
desgranará llorando
el desgraciado!
Como en botica,
hay gustos para todos,
según la feria.
A veces, pienso,
ser parte de ese tiempo,
¡volar con él!
Y cuando pare,
(si un día se detiene),
dormir tras él.
De todas formas
la vida sin el tiempo
nada sería.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/21