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Un reciente estudio británico asegura que las bebidas deportivas no tienen los efectos que aseguran. De hecho, coinciden en que algunos podrían llevar a la obesidad. Según el informe, los científicos que las avalarían estarían siendo financiados.
El macroestudio, publicado en el British Medical Journal, desmonta el mito de las bebidas isotónicas y denuncia que las empresas patrocinaron a científicos con el único objetivo de desarrollar una nueva área de comercialización.
“Esos mismos científicos aconsejan a influyentes organizaciones de medicina del deporte, que desarrollaron directrices que se filtraron a los consejos de salud diarios y que influyeron a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (…). Y extendieron el miedo a la deshidratación“, indica el texto.
Los investigadores señalan que el rápido aumento en el consumo está motivado por el poder que tienen las empresas multinacionales detrás de los productos y menciona a PepsiCo (dueño de Gatorade desde 2001), Coca-Cola y GlaxoSmithKline (GSK), que tienen a Powerade y Lucozade, respectivamente.
Pese a que otra clave detrás de su éxito es la relación entre los productos con la ciencia, la investigación demostró que no existe ningún resultado que pruebe los efectos extra sobre el rendimiento físico ni que hidraten de una forma mejor que el agua.
Incluso, profesionales citados por el estudio advirtieron sobre los problemas que las bebidas isotónicas podrían causar en la salud.
Tim Noakes, profesor de la Universidad de Ciudad del Cabo, consideró que son una bomba de azúcar. “Si se evitaran, los aficionados al deporte estarían más delgados y correrían más rápido”, aseguró.
Los científicos temen que la popularidad de estas bebidas entre los niños dispare los casos de obesidad. Medio litro de Gatorade, Powerade o Lucozade equivale a entre cinco y ocho cucharadas de azúcar
Con información de Infobae