Ventana azul
de un cielo oscurecido
entre las sombras.
Alto ciprés
que lloras sutilmente
sobre la tierra.
Nido lejano
de luces rutilantes
de las estrellas.
Balcón querido
que miro y que remiro
todas las noches.
En él te encuentro,
espíritu sin nombre
y estás ausente.
Dicen un nombre,
tus labios susurrando
que no es el mío.
Y me entristezco,
tratando de acercarme
hasta tu voz.
Quiero esas letras,
fundirme en tu garganta
y corazón.
Ser parte tuya,
estar en tus latidos
como tú en mí.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/08/21