Miro tu cara
y veo lo que cuentan
esas pupilas.
Hablan tus ojos
de un modo silencioso
en esta noche.
Y yo te escucho,
entiendo lo que dices
y me lo guardo.
Luego suspiro.
Tus rayos son ardientes
y me acarician.
Vistes de blanco,
igual que cada noche
con distinción.
Mi bella dama
de rostro inmaculado
y tan hermoso.
También te hablo.
Mi charla es "sin palabras",
como la tuya.
Y así pasamos
la noche en un instante
con nuestro amor.
Amor de niño,
que abraza tu regazo.
"Luna de plata"
Rafael Sánchez Ortega ©
24/11/21