Calienta el sol
y aleja los fantasmas
de la invernada.
Pero estos versos
ocultan lo que ocurre
detrás del porche.
Porque en la calle
el sol que se recibe
viene con frío.
Es viento helado
que baja de los cerros
y las montañas.
Si, brilla el sol,
pero es insuficiente
con su calor.
El viento clava
la daga de un puñal
que conocemos.
Hay que aguantar,
seguir en este invierno
y resistir.
El día a día
se vive en cada casa
y en el trabajo.
Sigamos siempre
luchando y sonriendo,
mal que nos pese.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/22