Manto de escamas
que cuelgas en los barcos
para pescar.
Manto de estrellas
que extiendes en la noche
para bailar.
Manto de infancia
que dejas a los niños
para soñar.
Manto sin nombre
que das a los que dudan
para avanzar.
Manto sin miedo
que das a los cobardes
para medrar.
Mantos diversos
de niños y juglares
para cantar.
Mantos y mantos
que dejas, bella luna
sin replicar.
Y esa sonrisa
que envuelves en tu manto,
enseña amar.
Amar a niños,
a jóvenes y ancianos
y siempre dar.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/22