5 fallos que debes evitar en un rodaje

Todos cometemos fallos… y lo peor de todo, muchos de ellos los volvemos a cometer. Con el tiempo y la experiencia vamos limando nuestros errores y vamos madurando como artistas que somos. Nuestra profesión, como cualquier otra, exige que aprendamos de ellos.

Algunos son fallos tontos, pero muchos actores caen en ellos, especialmente las primeras veces, hasta que acaban dándose cuenta por si mismos que algo debe cambiar.

Hoy compartimos contigo los que, desde nuestro punto de vista, son los más comunes, para que evites cometerlos. ¿Quieres saber de cuáles se trata?

Fallo nº1: Llegar tarde

¿Por qué será que lo repetimos en este blog tantas veces?

En nuestra profesión es importantísimo ser puntual, pero un porcentaje muy alto de actores no lo es.

En todos los rodajes el timing está muy controlado, y si varias personas nos retrasamos se rompe esa cadena tan cuidadosamente pensada. Las 10 horas previstas se pueden convertir, por tanto, en 13 por retrasos en el trabajo. No solo se trata de llegar puntual, sino de tratar de seguir esos tiempos al trabajar. Y si el resto llega tarde o no trabaja como es debido no debería ser una excusa para nosotros.

Lo cierto es que, nos guste o no, las primeras impresiones cuentan. Aunque alguna vez puedas creer que es injusto porque sólo se trata de una excepción, lo que transmites es una imagen de persona perezosa, poco responsable y que no valoras el trabajo lo suficiente.

Por tanto, no intentes llegar a la hora establecida sino 15 minutos antes, o incluso más si es una localización difícil de llegar. De esta manera puedes desayunar tranquilo, relajarte, planificarte, repasar tu guion, etc.

Fallo nº2: No presentarte a nadie

El primer día llegas al rodaje y no conoces a nadie. Bueno, en realidad sí, quizá hayas hablado por teléfono con varios del equipo de producción, pero la verdad es que ni siquiera les pones cara.

Te recomendamos que desde el momento en el que llegas te presentes a quien te vayas cruzando. Posiblemente estén ocupados pero si es algo rápido no suele haber problema. La conversación podría ser algo así como:

“Hola, soy Tamara, una de las actrices, ¿y tú eres? Encantada. ¿Sabes dónde está **? Ah, muchas gracias. Bueno, luego nos vemos. ¡Hasta luego!”.

[**: El departamento de maquillaje/la persona de producción con la que hablaste/el resto de los actores, etc.].

También puedes utilizar conversaciones triviales en cuanto te surja la ocasión: son muy efectivas y tampoco distraen. Por ejemplo, al microfonista cuando te pone el micro: “Qué localización más bonita, ¿eh?”, cuando te acercas a la mesa de catering: “Uy, qué buena pinta tienen estas magdalenas”, al de peluquería: “Qué frío hace hoy, parece que ha cambiado el tiempo de repente”. ¿Ves que fácil? Solo se trata de romper el hielo y cruzar unas palabras para que comience el efecto dominó.

El hecho de establecer contacto con los demás no es importante solo por la imagen que transmites al ser simpático, sino porque a medio plazo alguno de estos contactos podría abrirte alguna puerta en tu carrera. Además, el hecho de construir confianza con los demás ayuda a que se respire un ambiente general más cómodo en el rodaje.

Por otro lado, es bueno que tengas en cuenta que tan malo es no hacer contactos como no saberlos mantener. Así que no dejes que la gente se olvide de ti, porque son menos posibilidades de trabajo futuro y menos personas de las que aprenderás.

Si quieres más consejos sobre hacer contactos, lee nuestra entrada “Networking para actores, las claves para hacer contactos”.

Fallo nº3: Distraer al equipo por no tener cuidado

Antes hemos hablado de la importancia de crear contactos con la gente con la que trabajas. Es cierto que en ocasiones podemos interrumpir el trabajo de otros durante un par de minutos, pero siempre hay que hacerlo con cabeza, siendo conscientes de lo invasivos que podemos ser en ciertos momentos.

Existen otras ocasiones en las que si interrumpes a los demás es por falta de cuidado, y que pueden entenderse como una actitud poco profesional: Si los de sonido graban un wildtrack de ambiente, no debemos ni movemos; Si oímos que dicen “prevenidos”, nos callamos en el momento, no varias frases después; Si te sugieren que te apartes de esa zona para que gaffer pueda mover las luces, te vas. Y además, cuando estés haciendo algún descanso, deberás hablar siempre en voz baja por respeto a los demás, para que el rodaje no parezca un gallinero y el resto del equipo pueda concentrarse en su trabajo.

Tampoco toques nada sin permiso, a no ser que te lo pida específicamente una persona del departamento al que corresponde -y nunca de otro departamento-, y ante la duda, pregunta. Dejar algo del atrezzo en otra posición, aunque no lo consideres importante, puede traer consecuencias de raccord; mover un foco 2 cm para poder pasar también tiene sus efectos; y hasta mover un insignificante cable puede implicar que se cuele ruido eléctrico en la toma de sonido.

Así que ya sabes, ten cuidado.

Fallo nº4: Ir de diva

Tanto hombres como mujeres, la actitud arrogante y “sabelotodo” puede quemar al resto del equipo.

Como los actores somos los que ponemos la imagen, parece que todo gira en torno a nosotros. Tenemos al director, al cámara, al microfonista y a todo el equipo pendiente nuestro. Sin embargo eso no significa que seamos nosotros más importantes que nadie.

Muchas veces llegan a nuestros oídos las excentricidades de algunos actores famosos. Por mucho que le pese al equipo, estas personas sí se pueden permitir ciertos requisitos absurdos. Es la ley de la oferta y la demanda: si un actor está de moda y se tiene la certeza de que una película con él será éxito de taquilla, no queda más remedio que tragar con ello. Pero muy posiblemente nosotros no estemos en esa posición todavía.

Debemos tener claro que nosotros los actores no somos los que dirigimos. Puede que en alguna ocasión tu idea sea más acertada que la del director, pero debes ser profesional y hacer caso de su dirección, sea la que sea. O puede que el director sea tu amigo y os llevéis maravillosamente bien fuera del rodaje, pero dentro serán sus órdenes las que tendrás que acatar.

Ir de diva puede hacer que el resultado de tu trabajo se empobrezca. No saberte el texto perfectísimamente o no llevar preparada una propuesta clara de personaje son claros ejemplos de no tomarse el trabajo en serio porque te crees que tienes todo controlado.

Nunca pienses que ya lo sabes todo, porque nadie del equipo lo sabe, ni aunque tenga años y años de experiencia. Cada producción es diferente, la gente con la que te juntas también, se utilizan otros medios y otro estilo. Cada producto te enseña cosas y experiencias nuevas a las que tendrás que saberte adaptar.

Fallo nº5: Ser demasiado tímido o inseguro

Si, nos referimos justo al polo opuesto de lo que acabamos de hablar en el punto anterior, pero los cierto es que tan malo puede ser una cosa como la otra.

Esto va en la personalidad, desde luego. Muchos nos pasamos de cautos, no queremos molestar a los demás ni hacernos notar, y a veces nos exigimos tanto que nos bloqueamos a nosotros mismos. En nuestra mente surgen millones de inseguridades que no nos permiten disfrutar 100% del momento ni sacar el máximo partido de él.

Tendrás fallos, y aprenderás de ellos, como hace todo el mundo. Y verás que algunas veces aciertas más que otras al interpretar, pero siempre, siempre, siempre piensa que siempre es mejor que te confundas a que no hayas dado lo suficiente.

No te olvides de leer “4 razones por las que podrías estar frenando tu carrera de actor” si quieres más información sobre este tema.

Últimas reflexiones

Cometer fallos es fundamental para que mejores como actor, siempre y cuando seas consciente de que los has cometido. Es lo que te hará madurar como artista.

Aunque muchos errores son inevitables, lo que sí está en tus manos es tener siempre una actitud profesional, proactiva y en búsqueda constante de soluciones. Nadie quiere oír tus constantes quejas o justificaciones por los fallos que has cometido, sino que tienes iniciativa, estás deseoso de aprender y eres una persona con la que vale la pena trabajar.

¿Nos cuentas qué has aprendido tú de los errores que has cometido en los rodajes o que han cometido otros actores a tu alrededor?

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