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5 razones de los editores para no explicar sus rechazos

Publicado el 23 octubre 2013 por Escrilia @escrilia

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editores, escribir, literatura, rechazo editorial, rechazos

noLos escritores a menudo expresan su frustración por que sus cartas de rechazo no contienen ningún indicio de la verdadera razón por la que la propuesta no fue aceptada (a excepción de algo genérico, como “El proyecto no se ajusta a nuestras necesidades en este momento.”) Un escritor me comentó una vez, ofuscado, que él no está pidiendo mucho: sólo “una palabra, tal vez dos” de explicación al final de la carta de rechazo. Eso no es pedir demasiado, ¿verdad?

Para aclarar esto decidí ir directamente a las fuentes y consultarlo con algunos editores, con las cosas que me dijeron pude hacer esta lista de las cinco razones en que más o menos coincidían. Todos recalcaron que les encanta ayudar a los autores a alcanzar sus metas y realizar sus sueños y que les entristecía decir que si es pedir demasiado. He aquí por qué:

1. Simplemente no tienen tiempo para eso.
La necesidad de agregar “una palabra o dos” (hablamos de una frase coherente, meditada y precisa, no un lugar común) a modo de explicación podría potencialmente triplicar o cuadruplicar el tiempo que toma responder a cada consulta. Con la cantidad de propuestas que reciben a la semana, no tendrían tiempo para trabajar.

2. Hay veces que saben cuando una propuesta no es de su agrado, pero no es fácil de explicar rápidamente por qué.
Cuando usted camina a través de la tienda en busca de ropa, no se detiene en cada artículo a analizar por qué no es adecuado para usted. Por supuesto que no. Pero si lo hiciera, ¿le gustaría pasar un montón de tiempo tratando de identificar exactamente por qué no llamó su atención? ¿Quizás fue algo sobre el estilo? ¿El color? ¿Es simplemente feo? ¿O es que simplemente no coincide con lo que está buscando en este momento?

No tiene sentido gastar todo ese tiempo en averiguar por qué no le gusta la mayor parte de la ropa. Usted está allí para encontrar algo que se pueda comprar, así que ahí es donde debe ser gastada la mayor parte de su tiempo. Es lo mismo con las propuestas. Los editores deben dedicar su tiempo a buscar material con el que puedan trabajar, y rápidamente prescindir del resto.

3. Sus razones pueden hacer más daño que bien.
¿Le gustaría escuchar que creen que su idea del libro es (en su opinión) poco original, aburrida, trillada o mal escrita? Los editores no quieren confundir, enfurecer, o deprimir sin necesidad a los escritores. Cualquier respuesta breve que ofrezcan sólo le dejará con más preguntas que si no decían nada.

4. Sus razones podrían estar equivocadas.
No importa por qué no quieren representar su proyecto, los editores saben que no tienen la última palabra, ni el criterio absoluto. El próximo editor que consulte podría estar fascinado con su propuesta.

5. Un editor no se siente obligado a ayudar a un escritor que no es su cliente.
La obligación de cada uno de los editores es cuidar de sus clientes actuales. Y, sin embargo, hay muchos que tratan de ayudar a la comunidad de escritores de otros modos. Levan blogs de divulgación, escriben artículos en revistas, dan conferencias y charlas. Estas son acciones que pueden llevar a cabo de manera genérica, controlando sus tiempos y evitando la implicación personal (de esfuerzo y tiempo) que conlleva la crítica individual.

Entonces, ¿dónde encontrar la ayuda que necesita para testear su novela? Puede buscarla en gente conocida de probado ánimo crítico. Pero si realmente cree que su proyecto vale la pena y tiene suficiente calidad, yo recomendaría los servicios de correctores y editores independientes de pago, según su bolsillo (deberá hacer una búsqueda a conciencia en este ítem). Habría que verlo más como una inversión que como un gasto, quizás le den los consejos justos para hacer de su novela un producto comercial (en el mejor sentido).

¿Usted se ha sentido frustrado al no recibir razones con sus rechazos? ¿Sugeriría usted una mejor manera de manejar este tema para los agentes?


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