Revista Literatura

50- Continuación Capítulo 35 “Uno para todos, todos contra uno”

Publicado el 31 agosto 2016 por Cronicasdmm

Mientras tanto, Francis sonríe cuando ve que Miriya y John abren los ojos. El más contento es Abraham que le pregunta a la chica.

–  ¿Estás bien? –Miriya le mueve la cabeza respondiendo que sí. Luego Abraham la ayuda a ponerse de pie, mientras que John pregunta que ha pasado y donde está a lo que Abraham mira a Francis y le pregunta.

–  ¿No recuerda nada profesora? –Francis sienta a John en el piso y le pregunta.

–  ¿John no recuerdas nada de nada? –Este la mira, mira a su alrededor y le contesta.

–  No sé qué hago aquí profesora. –Luego lo pone de pie y cuando lo hace, siente las miradas extrañas de Abraham y Miriya. John no comprende las miradas pero Francis le dice.

–  Te explicare lo sucedido. –John mira a Abraham y Miriya que evitaba mirarlo directamente. En tanto Gustav seguía durmiendo plácidamente.

En la otra cámara Dulce seguía ayudando a Doña Ana en sanar a Amy y a Jorge, ambas sudaban mucho ya que las heridas de ellos eran graves por lo cual la concentración y el poder usado eran de extrema delicadeza. Luego de haber pasado muchos minutos Dulce y Doña Ana se alegran al ver que Amy y Jorge abren sus ojos. Doña Ana presintió algo y le dice a Dulce.

–  Dulce no te desconcentres, todavía no terminamos. –La chica la mira y su poder vuelve al equilibro e intensidad de antes. Mientras los chicos no se mueven solo miran a sus salvadoras.

–  Profesora no puedo creerlo, ¿Yo con mis propias manos lastime a mis amigos? ¡Pero eso es imposible, yo soy incapaz de hacer algo así! –Francis mira a John de una forma tierna y luego se acerca a él y le dice.

–  Entonces tendré que hacer esto. –Se acerca a él y le coloca el dedo índice en la frente y le dice. –Lo siento John. –Y luego hace un hechizo el cual hace que John recuerde en segundos todo lo sucedido y las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos sin parar. Cae de rodillas y se abraza a si mismo llorando desconsoladamente. Miriya le pregunta a Francis porque llora John a lo que la profesora le contesta.

–  Te lo diré de la siguiente forma: Nicolás, John y Jorge estaban siendo controlados en contra de su voluntad. Ellos solo podían observar lo que les hacían hacer y para peor después no iban a recordar nada más que un extraño sentimiento de culpa.

–  ¿Pero profesora si así fue entonces quien fue el responsable? –Francis se queda en silencio y solo atina a ver hacia la entrada para el pasillo que va hacia la otra cámara. Luego responde.

–  No lo sé, pero es mejor que nos vayamos hacia la cámara siguiente. –Abraham le dice.

–  Pero profesora ¿Qué hacemos con Gustav? –Francis sonríe y le dice.

–  Él esta, hace 4 minutos, despierto. ¿No es así Gustav? –Francis mira donde yace Gustav y este luego de unos segundos se sienta y algo avergonzando la mira y le dice.

–  No puedo engañarla. –Abraham y Miriya lo miran raro mientras que John se limpiaba las lágrimas y mostraba una suave sonrisa, en eso siente una mano en su hombro y al ver la persona dueña de esa mano ve que es Abraham que una sonrisa le dice.

–  Todo está bien, no hay rencores. –John sonríe y en eso escucha a Miriya decir.

–  Además no eras tú quien peleo con nosotros. ¿Cierto Gustav? –Este mira con seriedad a John pero luego cierra los ojos y dice.

–  Como sea, no volveré a perder contigo. –Luego de decir eso, corre hacia donde esta Francis quien saca un papel blanco de su bolsillo y luego hace un pájaro de papel, lo besa y le dice algunas palabras y luego lo manda a volar. El pajaro de papel aletea sus alas y se va por donde habían entrado. Luego mira a los chicos y les dice.

–  Bueno alumnos. –Mira hacia la entrada que dirige hacia la siguiente cámara, su mirada se vuelve intensa y termina diciendo. –Síganme. –Todos le hacen caso y la siguen mientras el pájaro de papel sale de la cámara por donde ellos habían entrado. Mientras se acercaban a la salida, Francis empuñaba una de sus manos, un miedo y rabia aparente rezaba porque sus sospechas no fueran ciertas.

Capítulo 36

“Desenlace Inesperado”

Un frio y denso silencio inunda los pasillos que conectan cada una de las cámaras. Un silencio donde solo surca una suave brisa que se desliza por las paredes cubiertas de antiguos hechizos misteriosos y donde la única compañía es la densa oscuridad que habita los pasillos. En uno de estos pasillos vuela un pequeño pájaro de papel quien como si su ruta estuviera ya planificada, vuela por la densa oscuridad sin problemas. Desde el pasillo dónde provino el pájaro de papel se va escuchando variados pasos los cuales son de Francis y un grupo de niños que son: Miriya, Abraham, John y Gustav que corren detrás de ella. Francis estaba aparentemente preocupada por lo que iban a encontrar en la próxima cámara a la cual se dirigían. En eso ella escucha a Miriya decir.

–  Espero que Amy y Alexis estén bien. –Abraham que corría a su lado le dice.

–  Ellos estarán bien. Son los más fuertes en el grupo. Amy es la inteligente y Alexis es quien tiene más experiencia en lo que batalla se refiere. –Gustav con algo de nervios y un poco de vergüenza decía.

–  Alexis es fuerte, así que ten fe. –Tanto Abraham como Miriya miran con sorpresa a Gustav y este al ver esas miradas decide adelantarse un poco. En eso John pregunta por Dulce y Nicolás a lo que Francis contesta pero sin ver a los chicos a los ojos.

–  Nicolás está en la enfermería y Dulce debe estar donde vamos ahora.

En la cámara donde se estaban dirigiendo, efectivamente estaba Dulce quien con la enfermera Ana seguían sanando, esta vez solo a Jorge ya que Amy estaba sentada en el suelo observando. Ella les había contado lo sucedido y era por eso que Dulce estaba incomoda ya que sentía que Alexis estaba en serio peligro. Doña Ana comenzó a mover la cabeza negando lo que había escuchado de los labios de Amy y dice.

–  No puedo creer que este niño haya hecho tales cosas. –Amy quien estaba con toda su vestimenta rota le dice.

–  Si usted me contara eso yo tampoco lo hubiera creído pero la realidad es que él quiso matarme. –Dulce le dice.

–  Me alegra que no fue así, por lo visto entrenaron en secreto. –Amy la mira y luego mira hacia delante y dice.

–  No solo yo también Abraham y Miriya, no queríamos quedarnos atrás de ustedes. –Dulce luego mira a Jorge, por Doña Ana sabía que con Jorge iba a demorar más en sanarlo ya que tenía heridas internas y eso costaba más y también que después de sacarlo de su inconsciencia había que llevarlo a la enfermería por sus variadas fracturas. Aunque vio de reojo a Amy que estaba muy triste pese a la victoria aunque después comprendió que haber peleado con un amigo era muy difícil y más al ver como lo dejo. En eso piensa.

–  De verdad estás fuerte Amy, demasiado fuerte. –De pronto Dulce, Amy y Ana miran intensamente hacia la entrada de la cámara. Las 3 sienten una fuerte presencia pero muy conocida para ellas que se estaba acercando. Dulce y Ana sienten una inmensa tranquilidad y Amy sonríe, su tristeza había desaparecido y luego se pone de pie ansiosa por quienes estaban pronto a llegar. Minutos después, de la oscuridad salen Francis y el resto. Miriya al ver a Amy corre hacia ella, lo mismo hace está ultima y al final las amigas se abrazan rompiendo a llorar mientras Francis llega donde Dulce quien a pesar de su alegría no deja de ayudar a Doña Ana.

–  ¿Cómo está Jorge, Doña Ana? –Pregunta Francis a lo que Ana contesta.

–  Tiene muchas fracturas de consideración en su cuerpo, múltiples heridas internas, la curación solo sanara sus heridas internas pero las fracturas que tiene son de cuidado no basta solo la curación. Francis tenemos que llevarlo a la enfermería. –Luego Francis mira a Amy y le pregunta a Ana por ella a lo que esta contesta. –Ella está bien, un poco decaída pero con sus heridas y pequeñas fracturas ya sanadas aunque cuando la encontramos estaba en un deplorable estado pero con la ayuda de Dulce pudimos sanarla pero con este chico no es suficiente. –Francis nuevamente mira a Amy que ahora estaba abrazando a Abraham, y luego mira a Jorge y piensa.

–  Amy realmente le sacaste la mugre. –En eso Dulce le dice.

–  Maestra, Jorge ataco a Amy, ¿Puede creerlo? Paso lo mismo con Nicolás – Francis le dice.

–  Paso lo mismo con John. Estos chicos han sido manipulados por alguien. –Luego ve a su alrededor y se da cuenta que Alexis no está. Pregunta por él y Amy quien la había escuchado le contesta.

–  Alexis siguió de largo.

–  ¡¿Cómo de largo, te dejo peleando sola?! –Pregunto bastante enfadada Miriya a lo que Amy le contesta.

–  No, no fue así. Él no quería pero yo lo obligue, yo quería pelear sola. –Francis miro hacia la salida de la cámara mientras escuchaba a Amy.

–  Quería probar que podía ganar por si sola. –En eso se escucha una muy débil voz que dice.

–  Y lo lograste. –Todos ven el origen de esa voz que es Jorge quien había despertado para alegría de muchos pero para Amy era un sentimiento entre odio, rencor y alegría que se revolvió en su ser y sin darse cuenta su aura comenzó a intensificarse pero en eso escucha en su mente la voz de Francis que le pide que se tranquilice. –Amy siente una mano en su hombre se da vuelta y ve que es Miriya quien le dice.

–  Todo lo que hizo Jorge fue solo porque estaba controlado, no era dueño de su cuerpo. –Francis, en tanto, se arrodilla en el piso para estar más cerca de Jorge y le pregunta.

–  ¿Recuerdas algo de lo sucedido? –Jorge mira el techo que presentaba fisuras luego ve a su alrededor y contesta.

–  Solo recuerdo el estar preso mientras mi cuerpo peleaba contra Amy, pero no recuerdo más. No recuerdo como llegue aquí, no recuerdo más que solo ver como mi cuerpo le hacía daño a Amy. Profesora… –Jorge comenzó a llorar y trataba de sacar palabras pero la pena que sentía era agobiante y luego logra sacar el habla diciendo. –Yo no quería, yo… no pude detener mi cuerpo, no pude hacer nada.

–  Jorge, ¿Dónde estabas cuando perdiste tu consciencia? –Jorge ve a Francis quien le había hecho la pregunta, cierra sus ojos tratando de recordar mientras Ana y Dulce lo están sanando. Todos estaban en silencio esperando la respuesta de Jorge hasta que este habla.

–  Recuerdo estar caminando en las afueras de Rosswood, eran pasada la medianoche. El cielo estaba despejado y muy estrellado, algo inusual en invierno. Llegue al patio de Rosswood y vi a una persona corriendo, la seguí y llegue a la estatua de Rosswood y vi que la puerta de la base de la estatua estaba semi abierta, me acerque y de pronto no pude moverme más y de ahí todo se fue a negro. Y cuando la luz volvió me di cuenta que estaba peleando contra Amy y la estaba… matando. –Los ojos del chico soltaban muchas lagrimas pero Francis estaba seria. Amy se había arrodillado y le tomo con mucho cuidado la mano a Jorge, signo de que lo había perdonado. En eso Francis le habla a cierta persona.

–  ¿John te paso lo mismo? –El chico la ve y le contesta.

–  Realmente fue similar, solo que fue Jorge quien me llamo después de haber almorzado, me cito en el patio de Rosswood a medianoche y lo último que recuerdo fue el quedar inmovilizado para que después irme a negro y no saber nada hasta que desperté en la cámara y enterarme de lo que hice. –John termina con la cabeza baja de la vergüenza y la tristeza que lo invadió pero en eso Abraham le dice.

–  Arriba compañero, no tuviste la culpa. –Francis se pone de pie, los ve y les dice.

–  Así es Abraham, John, Jorge y también Nicolás fueron controlados por otra persona. Ustedes solo fueron herramientas en contra de su voluntad.

–  ¿Entonces quién es el culpable Maestra? –Pregunto una enfadada Miriya y Francis la ve a los ojos y le dice.

–  Alguien que mezcla el pensamiento magín con la magia. –Lo dicho deja extrañado a unos y a otros y Francis decide explicar.

–  No hay hechizos tantos magines como mágicos donde puedes controlar a una persona tanto en su consciencia como en sus acciones y lenguaje. Ya que tiene rasgos de ambas artes.

–  ¿Entonces quien hizo esto es alguien poderoso? –Francis baja su mirada por instante y luego muestra un rostro de sospecha y contesta a la pregunta de Abraham, diciendo.

–  Sí, me temo que sí. –Amy quien estaba arrodillada junto a Jorge que lo seguían sanando, se pone de pie soltando la mano de su amigo herido y dice.

–  Profesora si es así, Alexis esta en serio peligro.

–  Si es que sigue vivo. –Dijo Gustav ganándose serias e intensas miradas de todos, incluido Doña Ana. Gustav al ver esto solo atinó a decir. –Pero de seguro está dando una buena lucha. –Francis mira hacia la salida de la cámara y piensa, luego se da vuelta y ve a los chicos y les dice.

–  Gustav. –Este la mira y Francis le dice.

–  Vas a ir a la entrada principal donde está la estatua de Rosswood. Ana te quedas con Jorge, John le ayudaras a Doña Ana. En tanto ustedes: Dulce, Amy, Miriya y Abraham síganme. –Dulce se pone de pie y John se pone al lado de Ana para ayudarla en sanar a Jorge. La chica se junta con Amy, Miriya y Abraham y siguen a Francis que mira hacia la salida y dice.

–  Vamos a ayudar a mi sobrino.

En tanto Alexis y el Asuloide se observaban detenidamente, no habían hecho movimiento alguno durante minutos. Alexis lo miraba intensamente, estudiándolo hasta que una pregunta sale de sus labios.

–  ¿Te puedo hacer una pregunta? –El Asuloide le extraño la pregunta y aunque no contesta para Alexis es una oportunidad de hablar nuevamente.

–  Vamos, no quiero estar peleando con alguien que ni siquiera conozco. Además no pierdes…

–  ¿Qué quieres? –Alexis sonríe y pregunta.

–  ¿Podrías decirme tu nombre? –El Asuloide le contesta.

–  Ustedes los humanos y la manía de colocarle nombres a todo objeto o ser vivo que los rodea. Los Emuloides como los Asuloides no tienen nombre, nos identificamos por nuestras auras.

–  Bueno entonces te colocare un nombre. –El Asuloide se sorprende por las palabras de Alexis y este como si no le importara piensa y luego le dice.

–  Si eres un Asuloide entonces… mm, te colocare por nombre Aoi. –El Asuloide cierra sus ojos y luego ofuscado y enojado le dice, mientras su aura de color rojo se hace presente.

–  ¿Me tomas por un estúpido? Yo no quiero que me des ni un nombre ni nada, quiero que ¡¡¡¡MUERAS!!!!-Alexis se torna serio y dice con una voz con tono serio.

–  Si es que me ganas pero si yo gano te llamas Aoi. –Alexis sonríe mientras que el Asuloide empuña sus manos y grita sacando mostrando todo el poderío de su aura. El aura de Alexis se va mostrando mientras su dueño piensa.

–  Esta será mi última batalla. –Luego de eso empuña sus manos, la estira con fuerza hacia el frente luego las cruza al pecho para después estirarlas hacia abajo y con ello su aura explota formando un torbellino y lanzando a la vez, un gran grito. Lo mismo hace el Asuloide cuya aura roja va tomando más fuerza y luminosidad. Las auras de ambos se entrelazan a tal punto que el aura de Alexis se va tornando de un color fucsia y este comenzó a temblar ya que algo dentro de él comenzó a emerger, una furia contenida, mucha fuerza negativa que de a poco transformaba su aura en pura energía negativa y que lentamente se iba tiñendo de color rojo. Alexis comenzó a concentrarse tratando de inhibir esa energía negativa pero esta se hacía más fuerte y más fuerte. Sentía perderse en sus emociones negativas, a tal punto que todo se volvió negro pero de pronto una luz blanca aparece dentro de tanta oscuridad y una voz, la de su tía, que le dice.

–  ¿Dejaras que ese odio te controle? Vamos sobrino no puedes ser tan débil tienes que ser capaz de controlar tu furia. –Alexis sentía que todo se iba de sus manos pero nuevamente escucha la voz de Francis en su mente que le increpa diciendo. –Por Dios, sobrino eres un Astorga, tienes mi sangre, ¡Debes controlarte! ¡Debes ser fuerte! ¡¡¡Demonios Alexis contrólate de una vez!!! –Es ahí cuando Alexis abre los ojos y sus ojos rojos se vuelven azules y su aura toma rápidamente un color azul, era su verdadera aura la que se impuso la cual se separa y choca con el aura rojiza del Asuloide y sin más ambos se lanzan al ataque chocando sus puños a tal punto que toda la cámara tiembla e incluso el grupo compuesto por Francis que corría hacia donde ellos estaban, se detienen por el temblor y algunos caen. Miriya pregunta que sucede y Francis, que trataba de no caer, le contesta.

–  Son ellos que están peleando. –El grupo vuelve a correr mientras que en la cámara se escuchan estridentes sonidos de golpes, Alexis y el Asuloide chocaban con sus ataques de una manera impresionante. Alexis estaba muy concentrado pero más sereno, a tal punto que más de alguna vez asomaba una leve sonrisa y eso al Asuloide lo enfurecía más. De pronto, este último vuelve sus ojos negros y su dual aura espada se hace presente haciendo que Alexis salte hacia atrás y en segundo los ojos del chico se vuelven azules y para sorpresa de su enemigo este también crea una dual aura espada, la hace girar audazmente con su mano y finaliza colocándola atrás de su espalda e invita al Asuloide a que ataque, diciendo.

–  Vamos Aoi, atácame. –El Asuloide se enfurece y se lanza a atacarlo. Alexis lo enfrenta con una mirada muy serena.

–  Algo en él ha cambiado, y no solo eso su aura es más fuerte pero aun así no me ganaras. –Pensó el Asuloide que divide su dual espada en dos auras espadas, una en cada mano y así ataca a Alexis quien con variados giros de su dual aura espada se defiende. Alexis trata de atacarlo pero Aoi le lee cada movimiento y así se mantienen bloqueándose los ataques, hasta que de pronto Alexis da un gran salto hacia atrás, desvaneciendo en pleno aire su dual aura espada y harto seguido coloca su brazo izquierda hacia delante, abre la palma de su mano y lanza un gran grito con lo cual el Asuloide siente una presión aplastante sobre su cuerpo pero sacando fuerzas de flaqueza crea una onda con su aura la cual rechaza el ataque. Harto seguido Alexis toca suelo, se impulsa hacia donde está él, en el lapso crea su aura espada y metros antes de llegar a su adversario toca suelo y salta atacando al Asuloide con mucha presion y este solo atina a protegerse con un bloque en cruz protegiendo sus brazos con una protección áurica. Luego el asuloide se impulsa del suelo rechazando a Alexis que se da una voltereta hacia atrás mientras su enemigo crea su aura espada y lo ataca pero Alexis bloquea dicho ataque con su aura espada sin tocar suelo y luego ambos comienzan a atacarse como también a defenderse. Los movimientos de espadas se hacían más y más rápido y Alexis daba variados giros o saltos, y el asuloide era más intenso en su ataque, de pronto los dos chocan sus aura espadas y hacen una lucha de fuerza, luego se separan y Alexis desvanece su aura espada para luego mirar al asuloide quien solo observa como él mueve sus brazos hacia delante, después los cruza y luego los extiende a sus lados y gritar a viva voz.

–  Rizan Sien. –De sus manos una esfera llameante nace y se concentra con rapidez. El asuloide no espera y se lanza al ataque con su aura espada para ensertarlo en plena cabeza pero Alexis con rapidez y fuerza echa su cabeza hacia atrás y sus brazos se cruzan en el centro lanzando un rayo de fuego que choca directamente con las manos del asuloide pero es arrastrado por la fuerza del ataque pero luego logra deshacer el hechizo magín cerrando su mano pero no alcanza a ver a Alexis que llega justo hacia él y al momento que se da cuenta siente reiterados golpes al estómago, luego unos cuantos ganchos al mentón para finalizar con una patada chilena lanzándolo más arriba. Alexis toca suelo y se impulsa nuevamente a tal punto de quedar un poco más arriba del asuloide quien todavía sufría el poder de los golpes de Alexis y solo alcanza a verlo para luego ser rematado con un fuerte golpe con ambas manos cayendo con violencia al suelo y Alexis cae a unos metros de él y de inmediato toma una postura donde su brazo izquierdo cruza el cuerpo y su mano la coloca cerca de la cintura, el brazo derecho queda levemente estirado hacia atrás, la rodilla izquierda sobresale hacia delante, el pie de su pierna izquierda queda detrás de la rodilla sin levantarlo del piso, la pierna derecha queda estirada hacia atrás y el cuerpo queda levemente inclinado hacia delante, la cabeza queda casi al mismo nivel que la rodilla izquierda y levemente inclinada hacia abajo, viendo fijamente al Asuloide que se pone de pie y al verlo le dice.

–  ¿Crees que está vez tú técnica funcionara contra mí? –Alexis no le dice palabra alguna solo lo ve y el Asuloide al ver esto dice.

–  Está bien, nuevamente te derrotare y esta vez no habrá nadie que te salve. –El Asuloide, o sea Aoi, expulsa toda su aura a tal punto de crear una fuerte ventisca que no inmuta a Alexis. Luego estira su brazo derecho, crea un aura espada la cual toma solidez en segundos y se pone en posición de ataque y decir. – ¿Estás listo? –Alexis no le contesta pero esto es tomado para Aoi como la señal de ataque y desaparece, mientras Alexis piensa.

–  Estoy listo, para vivir. –Y también desaparece sin dejar rastro. Y solo pasa un segundo y se escucha un gran estruendo del cual nace una onda de choque tan intensa que al chocar con las murallas de la cámara las triza y las hace temblar, esta misma onda de choque llega en segundo donde estaban Francis y el resto y los lanza con violencia metros hacia atrás incluida Francis. Luego la misma onda llega hacia la otra cámara donde estaban John, Ana y Jorge. Los dos primeros sienten el fuerte temblor y una fuerte brisa por lo cual John y Doña Ana protegen a Jorge.

Pasa unos minutos luego de lo sucedido. Francis con sus ropas llena de polvo ayuda a un atontado Abraham a colocarse de pie. Mientras Amy, arrodillada ve el suelo y una gota de sangre cae al piso, se toca su cabeza y ve que está levemente sangrando. En eso oye a Miriya preguntar qué fue lo que paso a lo que Francis contesta.

–  No lo sé, pero debe haber sido una onda de choque. –Dulce quien se había puesto de pie llega donde Amy y la pone de pie, ve la herida que ella tiene y posa sus manos y comienza a sanarla mientras pregunta.

–  ¿Lo habrá producido Alexis, maestra? –Francis contesta.

–  Puede que sí, pero tenemos que llegar allí. –Luego pregunta si todos están bien a lo que todos contestan positivamente por lo cual siguen su rumbo. En tanto en la cámara, ya habían aparecido Alexis y Aoi, con la única diferencia que ambos se daban la espalda y estaban en posiciones contrarias que la inicial. Alexis está con una postura contraria a la anterior. El brazo izquierdo quedo levemente estirado hacia atrás, mientras el brazo derecho cruza el cuerpo hacia la cintura. El aspecto de las piernas cambio también, esta vez la pierna izquierda esta estirada hacia atrás y la pierna derecha sobresale hacia delante, el pie derecho queda detrás de la rodilla sin que se levante del piso. Mientras que Aoi estaba de pie, con sus brazos a los lados y su pie derecho levemente hacía atrás. En eso Alexis cae de rodillas al piso y Aoi le dice sin verlo a los ojos.

–  Mis hermanos, mi familia, todo eso has destruido y yo… – Aoi se da vuelta mostrando múltiples heridas que cruzaban su pecho desde el costado inferior derecho hasta llegar al hombro izquierdo. Las heridas eran como ríos profundos pero sin nada de sangre solo rasmillones azules. De su rostro caía un hilo de sangre azul producto de una herida en la frente que sangraba pero no demasiado y junto a ello completa la frase diciendo. – Yo no pude ganarte. –Aoi estaba inmovilizado y solo se queda mirando la espalda de Alexis quien no decía palabra alguna pero se da cuenta que unas gotas de sangre caen al piso y en eso escucha la voz de Alexis que le dice.

–  No sé si te gane o no, pero… –Alexis se da vuelta y en pleno giro muestra una herida que comienza desde su hombro derecho, cruzando todo el torso y desaparece casi llegando a la zona izquierda del abdomen, la sangre brotaba profusamente. Alexis comienza a caminar y aunque el dolor es intenso muestra una nerviosa sonrisa.

–  Por poco te he ganado. –Aoi se deja caer de rodillas y le dice a Alexis.

–  Mátame, ya no tengo porque vivir si he fracasado. –Alexis saca su aura espada de su mano izquierda. Aoi al ver ello agacha la cabeza mientras Alexis se prepara a darle la ultima estocada.

–  Prepárate. –Le dice Alexis a lo que Aoi cierra los ojos esperando su muerte, pasan los segundos y lo único que oye es la voz de Alexis que le dice. -Prepárate a vivir. –Aoi abre los ojos en señal de sorpresa levanta su mirada y ve una cálida sonrisa de Alexis que le ofrece la mano diciendo.

–  Vive y se mi amigo.

–  ¿Tú amigo? –Alexis le contesta.

–  Así es, creo que tengo ese derecho de pedirte que seas mi amigo ¿o no? –Aoi estaba anonadado, jamás pensó que su enemigo le iba a pedir algo así pero…

–  ¿Qué eso que me pides? –Alexis queda sorprendido por ello, se había olvidado que era de otra raza pero se le ocurre algo y se lo dice.

–  Es dificil de explicar pero ¿Por qué no buscas en mi mente la respuesta a tu pregunta? –Aoi lo hace en segundos y al ver dentro de la mente de Alexis vive en imagenes todas las relaciones que él tiene con sus amigos y las diversas vivencias que ha vivido con ellos y cuando ya tiene bastante información sale de la mente de él y le dice.

–  Eso que llamas amistad es lo mismo que tenía con mis hermanos. –Alexis baja un poco la cabeza y luego le dice.

–  No puedo devolverte a tus hermanos ni tú a mis amigos que ellos mataron, no puedo resucitar a los muertos pero te ofrezco mi amistad para que no te sientas solo en este mundo.

–  ¿Por qué lo haces? Te quise matar, estuve a punto de hacerlo antes y ahora fracase en mi intento, ¿Por qué me ofreces algo así? –Alexis se sentía muy débil por la pérdida de sangre pero igual le contesta.

–  Porque ya no quiero más muertes y tampoco quiero que te sientas solo. Si de algo puedo remediar el daño que te he hecho sufrir es con ofrecerte mi amistad. –Aoi queda viendo la mano de Alexis quien todavía la ofrecía y sin darse cuenta lentamente su mano comienza a acercarse a la mano de Alexis, y cuando estaba a punto de estrecharla, se escucha una voz oscura que resuena en toda la cámara. La petición de la voz solo era una.

–  Mátalo. – Alexis mira hacia el lugar donde proviene la voz pero nada ni nadie había en el lugar. Aoi en tanto, veía la mano de Alexis con mucho nerviosismo y después la voz nuevamente se hace oír, está vez con más frialdad y enojo.

–  Te he dicho que lo mates. ¡Ahora! –Aoi cierra los ojos, esa voz retumbaba en su cabeza y de pronto abre sus ojos y dice.

–  No lo hare. ¡No lo matare! –Alexis mira a Aoi, no sabía lo que pasaba y en eso la misteriosa voz se hace escuchar.

–  Está bien… Entonces… yo lo hare. –La expresión de Aoi cambio de seguridad a un terror, mira hacia donde podía estar el dueño de esa voz y lo que ve es un rayo destellante azul que sale de la oscuridad a una velocidad impresionante y rápidamente se dirige hacia una sola persona.

CONTINUARÁ…

El Capítulo 36 “Desenlace Inesperado” continuará en la semana del 05 de septiembre del 2016.

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Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014

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50- Continuación Capítulo 35 “Uno para todos, todos contra uno”

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