- El Boots y sus cremas, mascarillas, geles, sales, suplementos alimenticios, vitaminas, remedios para todo. Lo baratos que son allí los productos de Aussie (y además suelen hacer un 2×1).
- Poder comprar flores en el supermercado, bonitas y baratas.
- Los pubs a la vera del río.
- El río.
- La abundancia de vinos sudafricanos, australianos, sudamericanos. Qué ricos.
- El Primark de Oxford Street.
- Pagar (solo) 2,40 libras a la semana por ser autónoma.
- Las tiendas de Holland & Barrett (y sus no menos estupendos 2×1).
- Las actividades que se hacen en las iglesias: yoga, meditación, baile, manualidades…
- La comida, la lencería y los geles de baño del Marks & Spencer.
- Los puestos de comida en la calle. Delicioso todo. Sobre todo cuando hace frío.
- El Whole Foods de South Kensington.
- Que nadie te mire raro lleves la pinta que lleves.
- El Sunday Roast. Me encanta.
- Los pubs con secret garden.
- El pollo tikka masala take away del Tesco.
- Tener el mar a una hora de distancia.
- El medium latte del Costa.
- Que te digan “sorry” si te tocan accidentalmente.
- El National Film Theatre.
- La abundancia de especias en general, y cilantro y jengibre en particular, en las comidas.
- Los cementerios callejeros.
- La sección de productos a punto de caducar a mitad de precio en los supermercados.
- Los autobuses de dos pisos.
- Ir caminando desde Hammersmith hasta Kew a la vera del río. Y si aguantan las fuerzas, desde Kew hasta Richmond.
- Las tiendas de segunda mano de las charities.
- El Evening Standard y las revistas gratuitas que reparten en el metro.
- El fish & chips para quitar el hambre a las tantas de la madrugada.
- Que el cartero eche las cartas por el hueco de la puerta.
- Pasear por Fortnum & Mason y las galerías cercanas de St. James Square.
- Las tiendas de Miss Selfridges, Gap y Vero Moda.
- El hecho de que se valoren tu talento y tu trabajo, al margen de tu raza, nacionalidad, color y aspecto.
- Los rickshaws en pleno centro de la ciudad.
- Los cuadernos de rayas con la espiral por arriba.
- Las tarjetas para felicitar… todo.
- El jardín japonés de Holland Park.
- No saber decidir si me gusta más el East o el West.
- Tomar las aguas y luego un té en el Porchester Spa, mejor aún si fuera hace frío y llueve.
- Alquilar una bici del Barclays en cualquier rincón del centro. 24 horas por 1 libra.
- Los cisnes del lago de Kensington Gardens.
- Visitar el cuadro The Execution of Lady Jane Grey en la sala 41 de la National Gallery.
- Ir a los talleres de pintura gratuitos en la National Portrait Gallery.
- Merendar una tarta casera y ecológica en una granja urbana.
- Los bufés libres de Chinatown.
- Disfrutar de un concierto en el Royal Albert Hall.
- Coger el tren en Victoria e ir de excursión a Brighton.
- Pasear al anochecer observando el interior de las casas victorianas sin cortinas.
- Los mensajes que cuelgan en un tablón los empleados del metro cada día en Angel y en Caledonian Road.
- Recorrer a pie o en bici el Regent´s Canal desde Islington hasta Hackney.
- Comprar material para pintar y dibujar en Cass Art. Como ellos dicen: “artists’ paradise”.
Y tantas otras…