Vago por el parque
con mis pensamientos,
que se vuelven locos
y que están inquietos,
todo por noticias
que vienen de lejos,
de tierras extrañas
y de hombres enfermos,
empieza una guerra
con sangre y con fuego,
hay seres que corren
cargados de miedo,
hay madres que sufren
con niños por medio,
al ver a sus hombres
rumiar el silencio.
Me pierdo en las horas
y el paso del tiempo,
no sé lo que ocurre,
me falta el aliento,
ahogué los sentidos,
cerré los recuerdos,
el alma me sangra
y el pozo es muy negro,
¡malditas las guerras
y el mundo de ciegos
que mira al ombligo,
no al ojo del cuerdo!
¡Benditos los niños
de rostros inquietos,
no tienen la culpa,
la guerra no es de ellos!
Suspiro y me callo,
no quiero estos versos,
amar es sencillo
y todos tenemos
la suerte y fortuna
de hacerlo en el tiempo.
"Amar al hermano,
nos dijo el Maestro"
Rafael Sánchez Ortega ©
02/03/22