Te echo de menos,
pequeña mariposa,
de mis paseos.
Hoy no he salido,
el día está lluvioso
y quedé en casa.
Por eso extraño
tu vuelo y tus caricias
junto a mis sueños.
Te echo de menos,
palabra, temblorosa,
que a mí venías.
Tiembla mi alma
volviendo a recordar
aquellos ratos.
Tu voz vibraba
llenándome de magia.
el corazón.
Te echo de menos
y siento que te amo
desde el silencio.
Y es "sin palabras",
sin voces ni susurros,
como respondes.
Y vas conmigo,
canija de hojalata,
mi mariposa.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/03/22