Te quiero mucho,
dijiste sin palabras,
y con tus ojos.
Y te escucharon,
los míos, en silencio,
porque te amaban.
Sin darnos cuenta
vinieron mariposas
a nuestro lado.
Alas inquietas,
de múltiples colores
y encantadoras.
Y nos fundimos,
los dos, en un abrazo,
interminable.
Surgieron besos
y versos en el alma,
sin darnos cuenta.
Nacieron flores
y lindas margaritas
en las pupilas.
Y nos amamos
igual que en un poema:
"con mariposas"
¡Qué bello cuadro,
devuelven los recuerdos
de algunos sueños!
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/22