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Un científico de
la Universidad de Harvard, Paul Sereno, ha descubierto una nueva
especie de dinosaurio africano, con el tamaño de un animal
doméstico.
Según ha señalado
el investigador, pertenecería a uno de los tres grupos que forman la
base del árbol genealógico de los dinosaurios, por lo que este
hallazgo podría trastocar muchas de las teorías existentes.
El trabajo del
paleontólogo, que ha sido publicado en 'ZooKeys', comenzó en 1983,
cuando Sereno, aún estudiante de Harvard, halló el único ejemplar
existente de este animal (hallado en Sudáfrica en 1960) en el
laboratorio de la universidad y comenzó a trabajar en él.
Un paleontólogo
estadounidense ha identificado una nueva especie de dinosaurio enano,
que, pese a tener 2 colmillos afilados, se nutría sólo de plantas,
según se confirmó en un estudio publicado en la revista científica
ZooKeys.
Su hallazgo ha
sido completamente fortuito. El profesor de la universidad de
Chicago, Paul Sereno, autor del estudio, estaba repasando una
colección de fósiles de la Universidad de Harvard con motivo de un
estudio que estaba llevando a cabo sobre los heterodontosaurios.
Mientras
catalogaba los fósiles se encontró con un espécimen especialmente
raro, de un pequeño dinosaurio, sobre el que no tenía constancia.
Se trataba de una nueva especie la que nadie había reparado.
El espécimen en cuestión, se halló en Sudafrica en la década de
los 60, pero había permanecido en la colección sin que nadie se
percatara de que se trataba de un fósil único.
La nueva especie,
bautizada, ahora sí, como Pegomastax africanus, es de la familia de
los heterodontosaurios -por definición, los lagartos con dientes
diferentes- era herbívoro y habitó la tierra hace 200 millones de
años.
Su estampa no es
la que solemos tener de los dinosaurios: tenía un pico corto
parecido al de un loro y dos puntiagudos colmillos frontales, además
de dientes posteriores tanto en la mandíbula superior como la
inferior, que utilizaba para despedazar las plantas.
Unas púas como
las de los puerco-espines recubrían el cuerpo del dinosaurio, que
medía menos de 60 centímetros de largo y pesaba menos que un
gato.
No es la primera
vez que se encuentran púas en un dinosaurio. Apéndices parecidos ya
habían sido observados en otro heterodontosaurio, el Tianyulong,
descubierto recientemente en China y que también es descrito en el
estudio de Sereno.
Tal como lo han
recreado los científicos, el “nuevo” dinosaurio parece una
mezcla entre loro, puercoespín y vampiro.
En su estudio, el
científico admite que es “muy raro” que un herbívoro como el
Pegomastax tuviera unos caninos tan afilados como los de un vampiro,
aunque podría ser que los utilizara para defenderse y competir con
sus rivales a la hora del apareamiento.
De haber vivido
hoy, este dinosaurio que no llegaba a la altura del tobillo “sería
una buena mascota si se le pudiera entrenar a no morder”,
bromea Sereno.
"Me di cuenta
de que era una nueva especie desde que puse los ojos en él", ha
explicado el investigador, quien ha explicado que paró durante algún
tiempo su trabajo con este dinosaurio "por otros proyectos que
creía más importantes".
Ahora, los
análisis han confirmado de que sí se trataba de una nueva especie
desconocida hasta ahora. Sereno ha bautizado al dinosaurio como
'Pegomastax africanus' o 'Mandíbula gruesa de África' y ha indicado
que vivió entre 100 y 200 millones de años.
En cuanto a su
aspecto, el científico ha señalado que es "una mezcla entre un
pájaro, un vampiro y un erizo".
El primer parecido
se debe a que esta especie tiene un pico romo, además posee dientes
puntiagudos centrales, como los vampiros y su cuerpo estaba
recubierto de púas como las de un puerco espín.
"Si llegara a
existir en la actualidad no superaría el tobillo de una persona",
ha apuntado el científico.