Mar de amapolas
que vemos en los campos
en primavera.
Tú nos subyugas
con luz y colorido
en la mañana.
Soñar es fácil
buscando tu presencia
tan delicada.
Y hasta dormir
en medio de tus flores
una utopía.
Pero tu encanto
supera narraciones
y pide un verso.
Verso de plata,
con lunas en la noche
cantando nanas.
El de la vida
que grita entre tus pétalos
tan delicados.
El de la brisa
que mueve y acariicia
tanta ternura.
Y el del amor
que siembra y que recoge
versos y besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/23