"...Respira fuerte
porque estamos muy cerca
de nuestra meta.
Queda muy poco.
Detrás de las colinas
está la aldea.
Allí podemos
comer un bocadillo
y descansar.
Luego miramos
si hay sitio en el refugio
para dormir.
Y pasaremos
la noche calentitos
hasta mañana..."
Así te hablaba
tratando de animarte
aquella tarde.
Fuimos osados
saliendo a la ventura
por las montañas.
Y recorrimos
majadas y senderos
desconocidos.
Ahora llegábamos
al sitio designado
y establecido.
Descansarán
los pies y nuestros cuerpos
para otro día.
Así es el monte
la lucha y el esfuerzo
de las jornadas.
Y sonreímos
uniendo nuestros labios
una vez más.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/05/23