Alberto Nájar
BBC Mundo, Ciudad de México
Brazaletes electrónicos para los
hombres golpeadores. Esa es la estrategia a la que decidió recurrir
Chihuahua, uno de los estados mexicanos en el que el problema de la
violencia contra las mujeres es especialmente agudo.
Para controlar las
cada vez más comunes agresiones, el gobierno de ese estado norteño
-uno de los territorios que se disputan los carteles de narcotráfico-
obligará a los ofensores a ponerse unas pulseras que permiten
intervenir antes de que ataquen a sus antiguas parejas.
Los aparatos
son monitoreados vía satélite en tiempo real por las corporaciones
policíacas locales. Cuando alguno de los portadores se acerca a la
víctima se activa una alarma que alerta a las autoridades.
El agresor es
conminado a alejarse -el aparato cuenta con un altavoz- y si
desobedece es encarcelado, le dice a BBC Mundo Emma Saldaña Lobera,
directora del Instituto Chihuahuanse de la Mujer, responsable del
proyecto.
"No estaría
cumpliendo con una disposión de la autoridad y eso es otro delito,
aparte del que puede cometer con la violencia intrafamiliar",
explica.
Según
organizaciones civiles y autoridades la agresión a mujeres es uno de
los problemas más graves del estado. Entre enero y noviembre de
2012, por ejemplo, el Instituto Chihuahuense recibió unas 21.000
denuncias y consultas por este delito.
Distancia
mínima
Aunque acciones
similares se han aplicado en otros países, ésta es la primera vez
que se utiliza en México específicamente para controlar a maridos
golpeadores.
De acuerdo con el
proyecto, un juez será el encargado de establecer la distancia
máxima a la que pueden acercarse los agresores a sus víctimas.
A las mujeres se
les entregará un aparato con la misma frecuencia de radio de los
brazaletes, de tal manera que sepan el momento en que sus ex parejas
estén cerca de ellas y puedan solicitar ayuda.
Eso les permitiría
recuperar parte de su vida normal y tranquilidad, explica Saldaña
Lobera, pues actualmente muchas de quienes padecen violencia
doméstica deben permanecer en albergues especiales.
"Las mujeres
están aisladas, a veces hasta por tres meses y los hijos con ellas.
Salen totalmente de su contexto, en ocasiones hasta pierden su
trabajo", explica en conversación con BBC Mundo.
"Con esta
medida cautelar las mujeres pueden seguir en su casa, los niños
siguen en la misma escuela. Creemos que la mujer siempre tiene que
permanecer en su entorno y los hijos también".
Valiosos pero
costosos
Organizaciones
civiles creen que la estrategia podría funcionar, siempre y cuando
se acompañe de otras acciones y aumente el número de brazaletes
colocados en maridos golpeadores.
"Debe estar
dentro de una serie de programas de atención tanto para mujeres
víctimas como para los agresores", le dice a BBC Mundo Cecilia
Espinosa, abogada de la Mesa Red de Mujeres de Ciudad Juárez.
Además, es
necesario garantizar un presupuesto financiero suficiente para evitar
que el programa se interrumpa, añade, pues en el estado existe "un
alto índice de violencia doméstica".
Un paso necesario
pues el costo de los brazaletes y aparatos que los completa es
elevado. Por los primeros 25 equipos completos, el Instituto
Chihuahuense pagó unos 65 mil dólares americanos.