Cierra los ojos
y deja que la brisa
roce tu cara.
Serán mis besos
mandados desde lejos
hasta tu lado.
Irán con ella
caricias y suspiros
que te dedico.
Y es que la brisa
del norte, y el salitre,
saben a mar.
En ese aroma
de yodo y fantasías
caben mil sueños.
Por eso miro,
de lejos a las olas
y a las resacas.
A ellas le entrego
mis besos y susurros
para tu oído.
Y este "te quiero"
que sale de mis labios
hacia los tuyos.
Cierra los ojos
y sueña que, a tu lado,
yo voy contigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/10/23