Buscamos juntos
los versos, en la tarde,
para besarnos.
Porque los versos,
son besos encubiertos,
con poesías.
Así los vemos
y en ellos nos cruzamos,
besos y letras.
Bella simbiosis
de un cuadro, tan precioso,
para vivirlo.
Y así podemos
sentirlo en la distancia,
igual que al viento.
Su leve roce,
se presta a mil caricias
y devaneos.
Surgen susurros,
suspiros y miradas
al infinito.
Nacen promesas,
palabras y silencios
hacia los cielos.
Y entre nosotros,
los labios y los dedos
dejan sus letras.
Dicen "te quiero",
los versos y latidos
del corazón.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/11/23