60 días y un poco más

no me quedan más que 60 días y un poco más para llegar a otra etapa del camino, no sé si valdrá la pena el esfuerzo, las privaciones,  los amigos que perdí, las noches que no dormí, las locuras que no pude hacer, las frustaciones que me atacaron, las penas que lloré en soledad.

Ahora a tan poca distancia de la meta, que casi con los dedos de la mano soy capaz de tocarla, me gustaría decir que abandone, como abandonan los caballeros, en el momento justo y con un exquisito desaire que es imposible hacer pasar por inefable o maleducado, pero es imposible, en esta esclavitud nuestra, nadie abandona y menos tan cerca de la meta.