Volvió la lluvia,
de nuevo, a la albufera,
dejando muerte.
Volvió el dolor,
el llanto y la impotencia,
ante el desastre.
Y lloró el hombre
la pérdida de amigos
y familiares.
Volvió la bruma,
la rabia en los humildes,
por el castigo.
¡cuánta injusticia,
decían sus pupilas
viendo el desastre!
Y es que el destino,
con fuerza, castigaba,
sus corazones.
Vidas y bienes,
con sueños y trabajos
iban al barro.
Y se fundían
con fango los proyectos
en un instante.
Volvió la lluvia,
(maldita, de esa Dana)
con su dolor.
Pero el esfuerzo
del hombre valenciano
no será en vano.
Y volverán
de nuevo las sonrisas
desde sus lágrimas.
Hoy, para ti,
mis versos y oraciones,
en este día.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/11/24