De nuevo el mar,
devuelve mil recuerdos
con las resacas.
El mar azul
y verde, de mi tierra,
inconfundible.
El mar en calma
y, a veces, muy bravío,
que bien conozco.
¡El mar, la mar...!
los versos del poeta,
para soñar...
Y es que las olas
de espumas blanquecinas
tienen su magia.
Nos dejan sueños,
suspiros de sirenas
desde altamar
Y sus latidos
se unen a los nuestros
como un susurro.
Busco en las algas
la esencia y el salitre
cual tierno aroma.
Y hasta planeo
y vuelo entre las alas
de las gaviotas.
¡El mar, mi mar...!
¡Qué dulce es tu regalo
para soñar...!
Rafael Sánchez Ortega ©
06/11/24