Una aventura en el sur de México donde cualquier cosa puede pasar: acción, política, fantasía, sangre y sexo son algunos de los ingredientes de esta historia en la que todos tienen un destino que cumplir y un secreto que guardar.
Prado G. VelázquezÉride Ediciones346 páginas
En 1992, cuando en Europa sólo se habla de los Juegos Olímpicos de Barcelona, en las míticas y soleadas tierras de México, se está fraguando el inicio del levantamiento neo-zapatista, con brotes de rebeldes que reclaman igualdad de derechos para los indígenas. Éste es el marco donde Sol Velasco, una despiadada sicaria, se está haciendo famosa por luchar a favor de un pueblo empobrecido y olvidado por los gobernantes. Al tiempo, Mary Anne, una joven entusiasta cargada de buenas intenciones, se embarca en la aventura de ayudar a una remota aldea de las montañas de Oaxaca, con el recuerdo latente de las proféticas palabras del chamán de la aldea y la desaparición de Pau, el profesor que la debía acompañar.
Cuando Prado contactó conmigo para ofrecerme su novela no lo dudé: México da mucho juego tanto por su pasado como por su presente. Tras vestirme de Tierra de sol debo afirmar que estamos ante una prenda que es toda una golosina para el séptimo arte y con un punto transgresor.
Fuente
Sol por fin tiene la fortuna suficiente para volver a España, su tierra natal, y empezar de cero intentando olvidar su pasado en México. Un pasado del que no sólo no puede presumir sino que más vale que nadie saque a relucir. Pero es precisamente esa mala vida y sus consecuencias lo que pondrá en peligro ese retorno tan deseado, ¿lo conseguirá?Por otro lado, la británica Mary Anne huye de Gibraltar por cuestiones personales y, enrolada en una ONG, acaba dando con sus huesos en esa tierra de la que Sol pretende salir. Poco tienen que ver la una con la otra pero sus destinos acabarán entretejiéndose."Siempre había creído que en el infierno habría fuego y demonios con tridentes que se divertirían pinchando el culo a los que habían sido malos. La idea la había atemorizado de pequeña, pero cuando fue mayor comprendió que el infierno era su día a día y que lo demás era cuentos infantiles para no dormir. Qué equivocada estaba. Revivir los últimos años de su vida, pasarse la eternidad huyendo de sí misma y de sus actos, era el concepto de infierno más cruel que había imaginado nunca." TIERRA DE SOL
Acurrucarse bajo esta manta es sumergirse en una aventura, es concatenar una escena de acción tras otra y esta es la principal razón por la que su ritmo me resulta tan cinematográfico. Y en ese sentido tampoco podemos olvidar el sexo, también presente, muy peliculero (en el sentido mas estricto de la palabra, jeje) y causante de ese punto transgresor del que os hablaba al principio. Sí, Tierra de sol rompe cánones, pero no por incluir escenas subiditas de tono pues siempre ha existido el género erótico, sino porque las relaciones que van surgiendo entre los personajes son prácticamente siempre de carácter lésbico. Cada vez que nos adentramos en una historia es común encontrarnos con romances heterosexuales y nadie se extraña de que no se vean reflejadas otras opciones (y no me refiero a los estereotipos que a veces encarnan algunos personajes gays cada vez más presentes), nadie se pregunta por qué todas son parejas convencionales; en cambio, sí puede chocar que todos los romances sean de carácter homosexual. Prado ha decido romper moldes a este respecto, y me alegro pues es un paso adelante para la integración completa de todas las opciones.La aguja de Prado borda de forma muy cuidada y a la vez fluida y natural. Los diálogos muestran personajes con caracteres bastante bien definidos entre los que encontrareis, por ejemplo, a una mala malísima y a una cordera con piel de loba. Las mujeres son las auténticas heroínas y protagonistas de esta historia, los hombres por lo general pecan de cierta torpeza (en varios sentidos) o son manejados por las figuras femeninas a su antojo. Ejercen un papel más secundario.
"Recordó los ojos del anciano Juárez: la primera vez que los vio, le parecieron lagunas profundas que encerraban los secretos que cientos de generaciones habían depositado en él. Miraba todo cuanto le rodeaba con la curiosidad del niño y con la paz del viejo, en sus pupilas danzaba el orgullo de quién se siente parte de algo importante, y la humildad de quién sabe que todo permanecerá en su sitio aún después de que él se desvaneciera. «Venimos a soñar, no ha vivir en tierra», solía afirmar" TIERRA DE SOL
El marco histórico no está demasiado desarrollado. La sinopsis puede llevar a pensar que conoceremos a fondo ese levantamiento neo-zapatista y la opresión que el pueblo mejicano padece, pero no es más que un telón de fondo, si te interesa mucho esa temática y quieres conocerla con detalle esta no es tu novela. En definitiva, ha sido una prenda que cuesta desabrocharse hasta que no llegas a su última puntada por la acción que contiene. Divertida en ocasiones y bien tejida.
Muchas gracias, Prado, por compartir tu labor conmigo :)