Posted: 07 Oct 2017 06:58 PM PDT
La obra poética de Herman Hesse es conocido fundamentalmente por su obra narrativa, la poesía ocupó desde muy temprano su tiempo y esfuerzos.
Ya en su juventud comienza a componer poemas; el primero del que tenemos constancia data de 1895, cuando Hesse apenas frisaba los dieciocho años. Todas sus novelas albergan un componente poético inexcusable, metafórico, alegórico, sin el cual se hace imposible entender la idiosincrasia literaria y vital del autor nacido en Selva Negra. El último de sus poemas está registrado el 8 de agosto de 1962, es decir, unas horas antes de su muerte, lo que indica una permanente y siempre presente preocupación por la escritura poética.
A continuación la breve selección, en traducción de Carlos Javier González Serrano.
Libros [Bücher]
Ninguno de los libros de este mundote dará la felicidad,aunque ellos te muestran clandestinamenteel camino de regreso a ti.
Allí está todo cuanto precisas,el sol, las estrellas y la luna,pues la luz tras la que vasen ti mismo habita. La sabiduría que largamente buscasteen las bibliotecasluce ahora en cada página,ahora es tuya.
Huida de la juventud [Jugendflucht]
El rendido estío inclina la cabezay su amarillenta imagen aparece en el lago. Camino cansado y polvorientoa través de las alamedas en sombra. El medroso viento corre entre los chopos,tras de mí, el cielo rojo,y frente a mí, la angustia del anochecer-y el crepúsculo- y la muerte.Camino cansado y polvoriento,
y tras de mí queda titubeante
la juventud, que inclina su bella cabezay no desea acompañarme durante más tiempo.La silenciosa nube [Die leise Wolke]
Delgada, blanca,
dulce, silenciosanube que ondea en el [cielo] azul.Baja la mirada y sientecómo eres con blanca bienaventuranzay entre azules sueños transportada.El poeta [Der Dichter]
Sólo para mí, solitario,brillan las infinitas estrellas nocturnas,murmuran los empedrados pozos su mágica canción,sólo para mí, para mí tan sólo, para el solitario,deambulan las cromadas sombrasal igual que las errantes y soñadoras nubes sobre el horizonte. Ni un hogar ni el campo arado,ni el bosque ni la caza ni profesión me fueron dados,mío es tan sólo lo que a nadie pertenece,mío es el violento arroyo tras el bosque velado,mío el mar turbador,mío el canto de pájaro de los niños que juegan,las lágrimas y el sufrimiento de un enamorado solitario al atardecer. Míos son también los templos de los dioses, mío esel venerable pasado de los pequeños bosques. Y no menos es el futuromi patria, la luminosa bóveda celeste:a veces en nostálgico y alto vuelo mi alma se elevapara contemplar el sagrado futuro de la humanidad,[para ver] el amor, superador de la ley, el mutuo amor que se profesan los pueblos.Me reencuentro con todos, tocados por la nobleza:el campesino, el rey, el mercader, el incansable gremio marinero,el pastor y el jardinero, todos ellosagradecidos celebran la fiesta universal del futuro. Al margen queda el poeta,él, espectador solitario,él, portador de los anhelos de la humanidad y pálida imagen;el futuro, ese mundo ya colmado,no necesita nada más. Sobre su tumba se marchitan las coronas de flores,y olvidado queda su recuerdo.
Atardecer solitario [Einsamer Abend]
Se tambalea en la vacía la botella y en el vasoel brillo de la vela;hace frío en la habitación. Afuera cae la lluvia sobre la hierba. Te tiendes de nuevo para descansar brevementeavasallado por el frío y la tristeza. El amanecer y el atardecer llegan de nuevo,siempre vuelven:tú, jamás.Instrucción o Enseñanza [Belehrung]
En menor o mayor medida, mi querido muchacho,
resultan al fin engañosas todas las palabras del hombre;tan sólo a medias cuando aún estamos en pañalesson honestas, y más tarde en la tumba. Reposamos entonces bajo el Padre,ya sabios y henchidos de una fría claridad;con blancos huesos golpeamos a la verdad,y alguno se mentiría y volvería de nuevo a la vida.