El Club de los Libros Perdidos
Posted: 11 May 2018 04:22 PM PDT
Los proverbios filipinos son fruto de una enorme multiculturalidad. Recordemos que en Filipinas hay más de 80 comunidades, cada una de ellas con su propio dialecto y cultura. Por ello, ha surgido una cultura nacional muy variada, en la que, sin embargo, hay elementos comunes.
Filipinas ha recibido influencias de sociedades tan diferentes como la española, la china, la estadounidense y la de malasia. Así, a la diversidad de culturas locales se ha sumado un impacto multicolor de otras latitudes. Los proverbios filipinos reflejan esas múltiples influencias.
“Una escoba es robusta porque sus hebras están fuertemente atadas”.-Proverbio filipino-
Un proverbio es un dicho corto y contundente de uso general, el mismo que se enuncia para encuadrar una verdad habitual. También son llamados “REFRANES” y son en sí enunciados sentenciosos.Durante muchos siglos, la evolución de la historia cultural de Filipinas ha tenido una naturaleza local, enriquecida con influencias de China, Malaysia, España y Estados Unidos. Una de las características más notables de la sociedad filipina es la tradición de una fuerte fidelidad familiar.
La familia y la mujer como centro de todo son dos de los grandes valores en la sociedad filipina. Es un elemento común a la mayoría de las subculturas.También se trata de un entorno en el que el respeto a las tradiciones y la bondad tienen un lugar preferencial. Estos son cinco de esos proverbios filipinos que nos acercan a esa cultura.
1. Uno de los proverbios filipinos sobre la adaptación
Uno de los proverbios filipinos más antiguos dice lo siguiente: “Mientras la sábana sea corta, aprenda a acurrucarse”. Significa que debemos adaptarnos a las circunstancias, pues estas no se adaptarán a nosotros. Es un bello mensaje, ya que precisamente una de las grandes virtudes en la vida es la capacidad de adaptación, ya que nada en la vida está hecho a nuestra medida. Siempre es necesario que pongamos algo de nuestra parte para acomodarnos a esa realidad.2. Mucho ruido, pocas nueces
Las esencias son silenciosas, mientras que las apariencias hacen mucho ruido. Se trata de un llamado de atención para no dejarse envolver por los “cantos de sirenas”.
3. Muchos caminos conducen al mismo punto
Aunque nuestra sociedad viva obsesionada con la rapidez, a veces hay procesos que toman tiempo. No es posible reducir la duración de los mismos, ya que cada realidad tiene su propia dinámica. Hay ocasiones en las que nos desesperamos un poco, queriendo que todo ocurra pronto. Olvidamos que todo ocurre, de una u otra manera, en el momento preciso. Uno de los proverbios filipinos nos recuerda esto. Dice así: “No importa cuán larga sea la procesión, esta terminara en la iglesia”. Significa que a veces los caminos son largos, pero si están dirigidos a un punto específico, conducirán allí mismo. En el fondo, es un llamado a la perseverancia.4. Los árboles que dan frutos
Este hermoso proverbio filipino es una magnífica metáfora, de gran profundidad. Dice así: “Es trepado a menudo aquel árbol que da fruto”. Resulta muy similar a un proverbio occidental que señala: “Solo le tiran piedras al árbol que da frutos”. El sentido es básicamente el mismo. Esta afirmación quiere decir que las personas o las realidades que verdaderamente aportan algo, muchas veces son objeto de críticas o agresiones.Suele suceder que quien toma la iniciativa, o plantea algo novedoso, reciba como primera respuesta un cuestionamiento. También significa que quienes son más productivos, son también más solicitados.
5. Las cortezas amargas
La abundancia y la carencia generan reacciones muy reveladoras en las personas. Curiosamente, cuando hay abundancia, la gente se torna más exigente y difícil de complacer. En cambio, cuando lo que prima es la necesidad, se le otorga un valor mayor a las cosas simples.Eso es precisamente lo que nos recuerda uno de los proverbios filipinos. Dice lo siguiente: “No hay corteza amarga para una persona hambrienta”. En condiciones de necesidad, en este caso de “hambre” en su sentido simbólico, no hay críticas para aquello que la satisface. Es, en últimas, una lección de humildad y sencillez.