Revista Diario

9/11: lo que somos una década después

Publicado el 11 septiembre 2011 por Joanaabrines

Imágenes difundidas por la web Crytome

Las imágenes aéreas del 11S son tremendas. La postal del miedo desde el aire se ve en esta grabación de la policía de NY. Imágenes desde un helicóptero sobrevolando World Trace Centre cuando las torres estaban en llamas. Aunque desde el cielo se ve diferente, lo que se debió vivir en la tierra aquel día debe ser un infierno. Todos vimos en directo estrellarse el segundo avión en la torre, todos sentimos como la humareda engullía a los habitantes de la gran manzana. Todos recordamos dónde estábamos y qué hacíamos aquel once de septiembre que cambió el skyline de New York. Se vieron y se dijeron muchas cosas aunque algunas se silenciasen para siempre. Recuerdo los ángeles caídos desde el cielo como un suicidio colectivo de personas desposeídas.


Las siguientes imágenes fueron las de los bomberos saliendo entre las llamas, los llamaron héroes nacionales. Pero la desesperación estaba en la calle, se leían gritos y miradas desoladas que desembocaron en un llanto universal. Mientras Bush estaba en una visita electoral, leyendo un cuento infantil en una escuela como explica Michael Moore en Fahrenheit 9/11. Al día siguiente, que parecía que se había terminado el mundo vimos gruas en silencio rompiendo vigas y los funerales de los muertos, fueron 2973 personas las que perdieron la ilusión, la vida y la mirada. También hubo testimonios falsos y víctimas que no lo eran como Tania Head. Todo el mundo quería formar parte de aquella catástrofe que había dado la bienvenida al nuevo siglo y que cambió los parámetros de la historia. Empezamos el siglo veintiuno con extrema inseguridad en los aeropuertos.  9/11: lo que somos una década después Jonathan Hobin es un artista que hace un estudio de la sociedad contemporánea a través de sus fotografías.

El 11S desembocó en la guerra de Irak, el pacto de las Azores, las cárceles como Guántanamo y las imágenes de Abu Ghraib. El retrato se convirtió en icono. Yo he visto tatuajes con el preso con la cara tapada y los brazos en cruz, que está encima de una caja a punto de doblarse y enchufado a alto voltaje. Esta imagen se ha convertido en monólogo de humor y diez años después es un juego visual para artistas gráficos y diseñadores de moda como Jonathan Hobin. Primero cayó la estátua de Sadam, después cayó él. También cayeron Madrid y Londres. Bin Laden se convirtió en el blanco del objetivo. Hubo manifestaciones en nombre de “No a la Guerra” pero siguieron habiendo guerras y siguieron persiguiendo talibanes. Cambió el mapa político en España, Inglaterra y EEUU. Aznar dejó sitio a Zapatero, con la dimisión de Blair llegó Brown que también dimitió y Bush cedió la casa blanca al negro de la corona, Obama. Cambiaron los nombres, cambiaron los rostros pero las cosas siguieron igual. Y todavía continúan de la misma manera aunque Osama Bin Laden esté muerte y no hayamos visto su cadáver.

Estos días vemos y leemos muchas crónicas audiovisuales sobre "10años después del 11S" pero 10 años antes del 2010 también hubo una celebración en el bajo Manhattan que grabó Jem Cohen y nadie recuerda. Es la celebración del desfile de la victoria tras la guerra del golfo. Se pueden comparar las imágenes de victoria y de derrota también en la historia. El paso del tiempo no nos hace tan diferentes aunque nos obliga a repensarnos.
Pieza propia del capítulo sobre VIOLENCIA del SOY CÁMARA-PROGRAMA DEL CCCB emitido en TVE

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