#96 EL NOVIEMBRE DE KATE de Mónica Gutiérrez

Publicado el 06 noviembre 2016 por Anuca @ideaspalabras
EL NOVIEMBRE DE KATE
Mónica Gutiérrez
Editorial Roca
320 páginas
En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras la barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman recién llegado del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y las larguísimas bufandas.
Kate vive en un edificio antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.

Desde que Mónica me llevó a El Bosc de Les Fades y pasé unos días en su Hotel en ninguna parte (reseña aquí), supe que estaría dispuesta a dejarme llevar a donde ella me propusiera las veces que hiciera falta. Así que era inevitable seguir la ruta a Coleridge, como también ha sido inevitable enamorarme de la casa de las tres chimeneas.

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Kate no está en el mejor momento de su vida. La soledad, un trabajo con el que se siente insatisfecha y un insomnio que la tiene cada vez más consumida, provocan que más que vivir deje pasar los días. Una tormenta de proporciones desconocidas hasta ese momento sacudirá Coleridge, pero sobre todo pondrá patas arriba a Kate, y es que... en el fondo, todos necesitamos en algún momento de nuestras vidas que nos sacuda la tormenta.
Como también sacudirá a Don, nuestro coprotagonista en esta historia. Don lidia sus propias batallas desde hace años y necesitará descargarse igual que los negros nubarrones que les acompañarán esos días.
Una novela a dos voces, la de Kate y la de Don, protagonistas y narradores que se encargan de tejernos su propia historia. Una historia sencilla, tierna, bonita, romántica... con personajes entrañables y una ambientación ficticia que, como ya viene siendo habitual en Mónica, derrocha magia. Y es que estamos ante una prenda que te hace sentir bien, cómoda, a gusto con todos sus puntos... estamos  ante una novela feelgood, un género cuya única pretensión es esa cuyo nombre contiene y que, en mi opinión, El noviembre de Kate cumple con creces.
Mónica tiene su propio estilo,  sus prendas comparten colorido y están tejidas con maestria (estamos ante una aguja que cuando borda, sabe lo que hace y lo hace bonito). De ella me queda por leer Cuéntame una noctalia, su ópera prima, y sé que sucumbiré a su canto de sirena porque las páginas de sus novelas vuelan entre mis manos a pesar de que son historias en las que aparentemente sucede poca cosa. Pero es que más importante que la propia acción en sí son sus actores y el lugar en el que transcurre. Qué quereis que os diga, me declaro fan de esta autora, que con sencillez y cercanía sabe tocar mi pequeño corazón lector.
«No recuerdo con exactitud cuándo se convirtió casi en costumbre el sacar de paseo a mi desesperanza. Asida fuertemente de mi mano, la tristeza me lastraba a cada paso y me susurraba un compás incierto al caminar. Éramos buenas compañeras porque todos los demás se habían marchado y ahora ya solo quedábamos ella y yo.» Kate

«—No está en nuestras manos retener a las personas que amamos. Es..., eh..., imposible —me dijo con una sonrisa llena de cariño—. Pero sí que podemos elegir arriesgarnos a quererlas. Aunque se vayan.» El padre de Don

«Supongo que fue entonces cuando comprendí que resultaba mucho más sencillo sentirse feliz que seguir haciendo esfuerzos barrocos para no sucumbir al desconsuelo y la tragedia en cada detalle del universo» Kate