Llevo una semana en Malabo y estoy feliz, me siento muy agradecida de poder vivir en esta ciudad, viviendo con mujeres maravillosas (Marie, Laetitia, Martha, Mercy, Eucharia y Elizabeth, y pronto llegará Patricia). Afortunada de la misión en la que estoy, un colegio y un internado de chicas adolescentes.
Estoy feliz y agradecida, esta sensación me habita. He vivido una semana intensa, parece mucho más tiempo. Estoy ilusionada por lo que vivo, por lo que vendrá, por los nuevos rostros que aparecen, por la vida compartida.
Quiero vivir esta experiencia desde la consciencia de la fragilidad de la vida, el valor del cuidado, la revolución del encuentro, el regalo del amor, el poder de la sonrisa y el abrazo de la gratitud.
Sé feliz (: