Tu boca
yaciendo*
en la mía.
Lenguas
bañadas
en el vaivén
de sus olas de sal.
* yacer, aquí entiendase en su cuarta acepción RAE.
Lluvia.... en el asfalto, en el cielo, de una noche de verano en tus ojos, en mi mirada... cuando de pronto, un latido de sol nos regala un nuevo despertar.