A Ghost Story reflexiona sobre la posibilidad del amor más allá de la muerte; sobre la capacidad de los sentimientos para resistir la erosión del paso del tiempo (en un momendo dado, un personaje algo ebrio hace una interesante reflexión sobre el arte, ejemplificada en la Novena de Beethoven, y su relación con Dios, y especula sobre el sentido último de ese arte); sobre si algo permanece cuando desaparece lo puramente físico y como ese algo sigue aferrándose de una manera desesperada a los sentimientos, a la memoria o incluso a elementos más materiales: un mensaje escrito en un papel y escondido en alguna grieta en el umbral de una puerta, una casa, un piano...
La fotografía es impecable, con algunos planos que parecen cuadros. Por ponerle un pero creo que hay secuencias en que sobra la música, aunque en otros momentos de la película está perfectamente colocada y enriquece la historia...