Acudí al nuevo Lucus Augusti dispuesto a escuchar y a preguntar ya con la sensación de que iba a ser difícil que en una única toma de contacto acabase de aclarar tantas y tan diversas incógnitas que hasta allí me llevaron.
Como esta entrada puede acabar como el rosario de la aurora voy a empezar por los elogios, para luego intentar resumir lo que entendí de lo que dijeron los ponentes, sintetizar el intercambio de preguntas y discursos y describir las visiones paralelas y los agujeros encontrados.
Creo que es de justicia felicitar a la organización por su "valor" al poner cara a las voces disconformes con cómo se ha ido ordenando el modelo de educación y práctica profesional de la enfermería en España; también, por qué no decirlo, con la puesta en marcha de un sindicato específico de enfermería dentro del conglomerado de organizaciones que conforman la FSP. Dejo fé de que no hubo más filtro a la intervención del auditorio que el tiempo consumido en las respuestas.
A.J. Valenzuela hizo un repaso a qué es prescribir, mostró los modos en los que la enfermería venía prescribiendo desde hacía mucho tiempo y desmenuzó la legislación y su desarrollo normativo para dejar demostrado que NO EXISTE prescripción legal para enfermería y que las opciones ofrecidas por la ley son siempre dependientes, que los prometidos protocolos están lejos de poder desarrollarse y que su elaboración "consensuada" otorga 'derecho de veto' a cualquiera de los colectivos implicados, que la lista de productos sanitarios 'autorizados' a la enfermería es tanto como nada.... En fin, yo he decidido crear una etiqueta específica para prescripción en la que teneis todas las entradas que llevo escrito sobre ello desde 2007. Pero mi respuesta en esta entrada debe ir combinada con el resumen de la otra ponencia pues ahora ambos temas se encuentran, no por casualidad, íntimamente ligados.
Cárlos Tardío Cordón (al que felicito por entrar en el 2.0 al pemitir comentarios en su blog) hizo una exposición larga como la propia historia de la profesión de cuidar en la que fue desgranando los hitos de los más recientes ordenamientos académicos de la formación en enfermería y su correlato en las capacidades, habilidades y conocimientos exigibles a los ejercientes de la misma. Llegado el momento de hablar de la actual titulación de grado se descolgó con una diátraba sobre el "rollo" que es Bolonia (el EEES) que, supongo, tiene que ver con lo ya reflejado por mí hace más de 2 años. De lo articulado por Cárlos deduje nuevamente que las titulaciones de grado y diplomado son equivalentes profesional, laboral Y ACADEMICAMENTE por lo que no es imprescindible realizar 'nivelación' alguna para tener acceso a los títulos de postgrado (Máster y Doctorado) como bien demuestra la existencia de much@s compañeros ya doctorados desde su título de diplomatura.
Pero como quiera que su línea argumental era, supongo que por la propia imbricación de los temas, serpenteante, entre la clase básica de derecho elemental, la enumeración de leyes y decretos y los detalles de los mismos salieron a relucir diversos temas que pusieron muy difícil priorizar qué pregunta(s) formular.
En este canal de youtube teneis todos los vídeos de la jornada. y en esta los audios (para que podais opinar por vosotr@s mism@s)
Destacar del debate la presencia y auto-presentación de la presidenta del colegio de Lugo que mantuvo una intervención moderada terminada con una pregunta-afirmación respecto a la prescripción que comentaré más adelante.
También destacar la intervención de la ex-secretaria del colegio de Lugo señalando (como yo hice en su día) la gran oportunidad perdida que fue la implantación de la carrera profesional en lo referente al reconocimiento de méritos no laborales que ahora podrían ser susceptibles de emplearse en la 'nivelación' a grado o en la delineación de "perfiles competenciales" que confiriesen mayores responsabilidades profesionales y mejor remuneación.
Otro compañero de Ourense abogó (como en otras entradas de este blog) por ir disminuyendo la distancia entre el mundo académico y el profesional otorgando a los títulos de máster el carácter de 'especialidades' (sino por completo si en gran parte) y acercando estos a las necesidades de los centros en lo que respecta a personal con formación específica.
Por último reseñar la intervención de un compañero que hizo el curso de Gradua2 y que lo tildó de estafa y tomadura de pelo.
En todo lo dicho por alguna gente se ve una gran animadversión hacia el presidente del CGE y un afán en esta institución de centrarse en la "industria formativa" y acapararla junto con las universidades. Su NULA democracia y su increible habilidad para saltarse las sentencias judiciales junto con la incapacidad de los poderes del estado para frenar una y aclarar otra indican que se trata de una especie de poder fático que va a tocar aguantar muuuucho tiempo.
¿Y yo que apoyo o qué opino?
PRESCRIPCIÓN. Pues que tras muchos años de acciones de prescripción 'consentidas', tras noches de acciones de prescripción delegadas y tras el desarrollo de planes de formación pregrado más que suficientemente completos la enfermería debe poder realizar una prescripción autónoma como la que existe en otros países de nuestro entorno socioeconómico como parte de una estrategia de relanzamiento del SNS. Una prescripción que, sin duda, necesitará una experiencia clínica previa mínima y una formación postgrado específica certificada. Pero también es necesario crear un mecanismo de elaboración y validación de protocolos de atención tipo que incluyan capacidades de prescripción avanzada para la enfermería; un mecanismo no tan centralizado que impida su desarrollo (como el propuesto) ni tan descentralizado que genere "mini-reinos de taifas" protocolares.
GRADO. Tras luchar durante años por que se confiera a la titulación académica de enfermería el nivel que le corresponde por intensidad y extensión algunos han querido vender la moto de que la llegada del grado es ese justo premio cuando se trata de una circunstancia sobrevenida debida a la implantación de Espacio Europeo de Educación Superior de la que se ha desprendido que los alumnos realicen un curso académico más, pero no que tengan más horas de formación (más bien menos) y cuidándose mucho de limitar a la nueva titulación a "un máximo" de 4 años y no, como las demás, a tener "un mínimo" de 4 años lo que, a nivel de escala administrativa, deja a la profesión donde estaba pero con distinto nombre A2 (Como señalé en esta entrada).
Que los actuales ahogos de las universidades también se deben al EEES y que debemos estar vigilantes ante el posible desmantelamiento de las EUE públicas sobre todo en centros periféricos a los que no se le asigna suficientes recursos. Porque la señalada ausencia de profesores contratados para las enseñanzas clínicas son un lastre para la formación de los futuros profesionales y su contratación un quebradero de cabeza para los gestores universitarios.
ESPECIALIDADES. Sigo opinando que hubiese sido mejor crear prefiles competenciales y puestos de trabajo en los que se requiriesen esos perfiles; ciertos perfiles avanzados deberían recibir el apoyo "extra" de poseer una titulación especifica de postgrado (Master) con las horas de formación que conlleva. Dado que hay hechos consumados en muchos campos (Pediatría, Comunitaria y geriatría) es necesario centrarse en PARAR el cajón de sastre de MQ y replantearlo dentro de estas coordenadas.
COLEGIACIÓN. La constitución consagra el papel de los colegios como articuladores de la profesión e interlocutores de esta con la administración, pero también dice que su gobierno ha de ser democrático y yo veo poco democrático el funcionamiento de los colegios que he conocido todo este tiempo. Tardío sostiene que debe ser obligatoria pero no pudo usar sus queridos argumentos jurídicos... salvo la costumbre. Como las entradas del muy recomendable blog de Juan Hernandez sobre el tema demuestran otros países no tienen ninguna afiliación obligatoria al órgano regulador de la profesión y no por ello esta se ha derrumbado ni ha perdido competencias (es más, es donde la enfermería ejerce más competencias)
En todo esto se trasluce el problema que señaló Carlos Nuñez en su entrada dedicada a #24h24p el día virtual de la enfermería en cuidando.es sobre la polarización de los profesionales de la enfermería en España entre dos actitudes; una pasiva y conformista con el papel subsidiario que el médicocentrismo del sistema le otorga al 'arte de cuidar' y otra activa y evolutiva, inquieta y reflexiva que cree en sus capacidades para brindar una mejor atención al ciudadano y apoyar las fortalezas del SNS en beneficio de todos y que está luchando por zafarse del marcaje a que le somete el stablishment y el lastre de quien no sólo no quiere más responsabilidad para sí sino que desea impedir el desarrollo profesional de los demás.
Esto viene a que, como dijo la presidenta del colegio de Lugo, ya estamos (nos han metido) en este punto y habrá que ver si lo conseguido no es mejor que nada y estar atentos a que no nos metan "curso por título" cuando no lo necesitamos. La alternativa es luchar por aclarar la situación tanto en lo académico como en lo profesional y luchar contra las limitaciones a las capacidades profesionales atacando las incongruencias de la norma allí donde duele: a las 4 de la mañana...
Bueno, no me enrollo más que me parezco a uno que yo me sé.
EDICIÓN: 23/2
Los organizadores y ponentes han hecho una entrada con todo lo dicho y más opiniones también disponible en Tablón en blanco cuyas semejanzas y diferencias con lo aquí expuesto podréis apreciar vosotr@s mism@s. Sólo dos observaciones: Un manifiesto No es un resumen de argumentos, es una toma de posición. Sigue sin explicarse el porqué de la "inversión demográfica" en los cargos de responsabilidad de enfermería... y supongo que todo el mundo me entiende.