A mi Amor (con hache)

No puedo hablar sin pronunciar una sola lágrima, el olvido corrompe mi soledad cuando mi vacío se llena únicamente del silencio que dejaste tras tu marcha, mientras eres la huella que aún está marcada en mi camino sin ni siquiera formar parte de él.
El amor es el filtro que une a las personas, podemos estar vivos y no ser consciente de ello y  morir sin ser vistos esperando a que alguien me salve del dolor. El amor puede no haber muerto pero lo que nunca se podrá demostrar es que ha dejado de respirar hace tiempo.
Qué me queda, además de la nada, si mi Todo es tuyo y tú no eres Nada mío. Qué importancia tiene la vida cuando ésta pierde todo su sentido. Mi vida sólo me pertenece a mí y debo ser quien ponga rumbo a ella. La misma que lleva tu nombre en su costado, esperando con ilusión volver a verte. Un corazón que no tiene más función que la de bombear sangre, y tu ausencia es su única compañía. Lo único que tengo claro es que el amor que siento, seguirá siendo amor hasta que vuelva a tomar las riendas de mi vida. Te necesito porque te echo de menos, y te echo de menos porque... te quiero.
No empieza en un momento determinado, sino antes de lo previsto. Sentir todo un jardín de rosas rojas y mariposas en tu estómago. Intento guardar con delicadeza mi recuerdo en el fondo del cajón con la esperanza de desempolvarlo para, esta vez, utilizarlo de primera mano. Mis deseos se incrementan al observar tu imagen con detenimiento en mi cabeza, pudiendo ser tantas cosas que por no ser lloro de no ser cierto. Envidio al aire de no saber desprenderte de él o a la Luna que observas cada noche desde el balcón de tu casa por no poder ser como ella.
Por qué echarte de menos pudiendo echarte de más, para qué quererte si no estás en días cuando no tengo ni aliento, y sólo me queda la llamada del viejo viento en mi ventana como mi única distracción. No quiero vender mi aire por una sonrisa gris, sólo contigo soy feliz. Prometo no olvidarte, aunque difícil sería, ya sólo me queda tu inspiración como compañía en mis horas de soledad, o de simple tristeza abatida.
Eres mi vida, y no te tengo. Necesito buscarla para volver a estar con ella, de no ser así me faltan ilusiones para seguir caminando y volver a reír a carcajada limpia en mitad de la muchedumbre para volver a dar envidia al mundo de ser así.
Felices 20, amor.