A mi cyrano

Sé que aún cuando te hayas ido, seguirás en mí. Tus latidos morderán el viento y seguirás siendo mi aliento más allá de lo que el poeta metafóricamente llamase polvo enamorado. Sin ti, a partir de hoy la blogosfera queda huérfana de uno de sus grandes artistas.

Que todo lo compartido, sueños, tango, sonrisas, imágenes, duelos literarios, poemas, versos y más besos, bajo las notas de cualquier música que bailar sin dolernos los pies, juegos, cine, palabras, mar, jazz a pequeñas dosis ante una Barcelona y un París que se vistió de Fiesta para terminar en el Grand écart de un Can-Can, y todo fue envuelto con papel de seda y enredado en el lazo de la magia, de la que de tus manos y tus labios, arrollados, arropados, me devolvieron a la Vida.

Y si bien pasaron los años con sus letanías y sus horas, la Magia sigue residiendo en ti, Mago de horas de oleajes inciertos, de música en la que bañarse en atardeceres que se desperezan abriéndose los puños para enlazarse en un abrazo, mano en la que contarte como una gitana que cada una de tus líneas sabe y huele a Hombre, a hierbabuena, la de la sabiduría y la honestidad, mano que sabe modelar la arcilla bajo la tenue brisa de un infinito que se ríe del mar, bajo las finitas líneas que entrelazan la razón y el corazón.

Y porque de mí ya no te irás una vez ya te hube

enraizada cual savia a tus raíces.

De tu pecho y tu sed seré el rocío de tus flores cada primavera.

De tu mirada curiosa, en días de tormenta, la imagen que te devuelva la luz ante cada nuevo atardecer umbrío.

De tus miedos solapados, la nueva aventura galopando en sus delirios.

De todo este tiempo ya vivido, ese recuerdo, que a escondidas te haga un guiño travieso y te bese los párpados cansados.

Del porvenir, un nudo de besos del que no puedas desasirte...

Y porque para mí, hace mucho, que no eres un ente virtual, sino la Humanidad hecha de carne, barro y luz, un beso hecho svokdos, mil anhelos y una quimera a la que aún tenemos que quitarle el sueño.
Roxane.
Verso a beso.