Ya conocéis a Tomi, nuestro pequeño podenco, aunque lo que seguro que no os había contado es cuanto le gusta meditar a la orillita del mar. Y como una imagen vale más que mil palabras aquí os lo dejo todo concentrado en esta inusitada postura yoguica.
O acaso el yoga no contiene asanas restauradoras, que nos ayudan a liberar tensión y nada mejor para disminuir la temperatura que meter el hocico en la arena empapada de agua de mar. Como veis en Tomi los estiramientos, las flexiones hacia delante, algunas inversiones sencillas y posturas que nos ayuden a estirarnos hacen que nos sintamos mejor.
Seas un can o un humano aprovecha la playa para relajarte y realizar tus ejercicios. Y después de terminar nada mejor que volver con Terry refrescando la lengua al viento.