A Joana Maria, a Magdalena, a Margalida, a Joana, a Carmen, a Amalia, a Josefa, y a todas las abuelas de la vida.
En estos momentos de ternura y redondez femenina, echo de menos a mis abuelas. Ellas que me gestaron en su vientre pariendo a mis padres,
ellas que fueron las mujeres de las que vengo, ellas que supieron vivir su tiempoy ser abuelas, madres, hijas y hermanas. Ellas que me dieron nombre y apellidos, ellas que están en mí alimentándome más allá de los sueños.