A modo de greguerías

Publicado el 15 septiembre 2011 por Miguelmerino

La Cita, como argumento, es la bota ortopédica del pensamiento poliomelítico.

La Cita, como corolario, es el perfume que resalta tu olor natural.

El abuelo es la caricatura amable del padre.

La confesión es la goma de borrar de la conciencia católica.

El sueño es el insomnio de la imaginación.

El olvido es la misericordia de la memoria.

La verdad es el tedio de la mentira.

El tonto es el último en enterarse que no está sólo.

No hay que descartar una buena idea en un imbécil, puesto que el mejor escribano echa un borrón.

Los relojes de pulsera son las esposas que usan los policías del tiempo.

La realidad es a la imaginación, lo que la carta comercial es a la epístola.

El pecado original es la prueba de la imperfección de Dios.

El pecado original, con el tiempo, es el menos original de los pecados.

La vanidad es la respiración asistida del tímido.

La prepotencia es la confesión del impotente.

El pescado no vive fuera del agua, pero tampoco dentro.

Lo único cierto es la duda.

Cuando mi mujer me mira con amor, no salgo de mi asombro.

Cuando mi nieto cree que lo puedo todo, resulta que es cierto.

Un nieto es como la relectura de un buen libro.

¡No seas cruel! ¿Por qué me tratas como me merezco?