¡A nadie le amarga un dulce!

Y si está bueno el bombón, mejor!!!
Pues eso, que me gusta el dulce, pero no tengo yo la culpa, nooooo!
Resulta que el cuerpo humano tiene una gran capacidad para reconocer el dulce (Y claro, mi cuerpo, que yo sepa, es humano de todas, todas, sobretodo cuando va a cambiar el tiempo, lo sé porque me dueleeeeee, lo que no está escrito!!). ¡Ah! ¿Qué a ti no te gusta el chocolate y no sabes de qué te hablo con cambios de tiempo y tal? ¡Vale, pues si a ti no te gusta, no creas que esto es mejor!
Porque que te guste el dulce no es malo, es ¡buenísimo! Justamente este sabor no solo es reconocido en la boca, sino también en el intestino y en el páncreas. Por eso es bueno, porque hay que reconocerlo para saciarnos, lo que viene siendo ... seguir vivo.
Pero ¿quién o qué lo reconoce?
Me entró la duda y como tenía gimnasio por la tarde, decidí apuntarlo en mi móvil extrafino-rosa y ver si mi amiga "sabionda" me daba las respuestas. Las apuestas estaban doble a cero, como siempre, el cero me estaba destinado y mi amiga tenía todas las de ganar.
Llegué al gimnasio, besos de rigor, mirada a mis partes nobles con mohín de mi amiga, y solté como distraídamente, pues solo he puesto un quilito de nada en los días que llevo sin venir, je, je... Se hizo un vacío ensordecedor roto por el sonido del tono "la cucaracha" que provenía de mi móvil. Apenas apreté el botón de apagado total cuando ya estaba preparándome para soltarle la preguntita, pero le bastó 4 palabras: boca, chocolate, intestino y dulce, y comenzó a decir que había leído un estudio sobre el tema y que no lo veía muy claro. Pensé, bueno ha leído algo, pero no se acuerda fijo, ¡por fin puedo ganarla! Y comenzamos, por mandato del profesor, a correr en el mismo sitio, mientras yo inspiraba y expiraba usando con brío mis fosas nasales como un caballo ganador.
Mi alegría duró solo unos segundos, lo que tardó el profesor en abandonarnos y perderse de vista en la parte de atrás de la sala, en busca de los burrillos de media carga que se negaban a correr a buen ritmo, vamos, los que se ponen atrás en la clase pensando que pueden parar su ritmo cuando quieran, ¡insensatos!, porque mi amiga comenzó a hablar como en la peli de la Guerra de las Galaxias. Pero no decía R2D2 que es el nombre que me sé, no, decía T1r2 y el T1r3  unido a la palabra receptores bucales, no receptores de radio, no, que es de lo que yo entiendo. Total, que al parecer, el estudio iba, o eso la entendí yo, de que las células que tenemos en la boca reconocen el sabor dulce usando estos T no sé qué, y que si se suprimen, osea, se extirpa uno... ya no hay narices, digo boca,  que reconozca el sabor.
Estuve resoplando unos segunditos mirando de reojo a mi amiga, en su correr en el mismo sitio, tan pato ella, tan pato yo, y claro, se me fue la cabeza a pensar exclusivamente en perder el sabor de la boca. ¡Se acabaría mi tormento de gimnasio para siempre!, porque a mí me puede el dulce, quiero decir que no controlo mi apetito por la azúcar, por los bombones.... umhhh!! bombones...!! ... a mí me sigue apeteciendo un buen bombón tenga extirpado el T1r2  junto al 3, seguro!!... ¡¡Efectivamente!!, porque si no se reconoce este sabor en la boca...
¡¡¡no nos saciamos!!!  y siempre estaremos hambrient@s de...

Bombones de Dolce&Gabbana. ¡Anda, pilla uno, invita la casa! ;-)

El profe nos paró en seco ((seguro que quiere que arranquemos a sudar!!)) teníamos que hacer un ejercicio que consiste en poner las manos sobre el step y seguir corriendo en esa estúpida posición, para trabajar la pérdida del kilo en mi parte de atrás... además mi amiga me lo corroboró, este ejercicio es por ti, por como has venido, ¡bonita!, y dijo bonita como siseando. Y cambió la voz a la niña del exorcista para decirme, sin apartar los ojos del suelo, (porque no puede elevar mucho el cuello, no por problemas de cervicales sino porque carece de él, no me gusta enrollarme nada más que lo justo, ya me conocéis, je, je, pero entre nosotros, me gustan estos castigos del gimnasio para mi amiga alias la tortuguita) que el receptor que transporta glucosa hacia las células del gusto en el intestino es el SGLT1 y el del páncreas es el canal KATP que monitoriza los niveles de glucosa y libera insulina cuando son muy altos. Espera, espera un momento!! Que has sido capaz de seguir leyendo!!! Pero cómo te puedes creer que mi amiga se va acordar de estos jodidos nombres!!! Ella solo me los insinuó, estos dos los he tenido que buscar, pero eso sí, ella tenía razón y si has llegado a estas alturas de mi relato es que...
¡¡Ya lo creo que te gusta el dulce!!! 
Me he borrado del gimnasio, pero que se sepa, que los animales humanos y no humanos llevamos no sé cuántos años andando por este mundo de Dios siempre en pos de azúcares, porque es de vital importancia y he subrayado vital (las dos veces!!!).
Y me preguntaréis... ¿Por qué has dejado el gimnasio con lo que lo necesitas? Por la crisis, narices!!  Y también me preguntaréis ¿por qué engordamos?, pues no es por comer dulces, no, no, (y esto va para el que NO me regala pastelitos para que no engorde, como haciéndome un favor, y he puesto en mayúsculas el NO (las dos veces!!)).. es porque junto a los dulces ingerimos demasiada comida y muy calórica.
¡¡¡Vamos sobrealimentadas y quizás de comida casera, ¡por desgracia, no de bombones D&G!!! 
Solución (sí, amigas, hay solución, pero yo no se la he dicho a mi amiga, para qué, si me contestaría que ya lo sabe!!):  ¡Engañar al organismo!, hacer que nuestro sistema digestivo identifique como dulce alimentos que no son calóricos. Pero aquí es donde estamos atascados, queridas mías... porque aún no se ha inventado nada al respecto, quien lo haga, se podrá hartar de bombones con el dinero que va a obtener de la patente.
¡Yo cada día estoy más dispuesta a pagar por comerme, sin remordimientos, un buen bombón!❧P.D.: "¡Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra!"
{¡B U E N A_____S U E R T E!}