– ¿Y usted? ¿Cómo se ha cuidado para mantener tan unido su matrimonio? – Le preguntó el joven al señor otoñal, quien muy serio le respondió – Mi único secreto, para que mi matrimonio haya durado tantos años… Es que nunca salgo con mi amante, a ningún lado – Y con una gran sonrisa, palmeándole la espalda, el experimentado señor se alejó; dejando al joven procesando el único aprendizaje, que al final, mantuvo tan unido su matrimonio… A partir de ese instante.
