El tiempo nos va agrietando, el vidrio, la piel, la esperanza, las ilusiones, el amor… casi todo. Y hay días en que la vida es un sueño roncado, una rifa.Creo que la clave está en aceptarlo.Pero no me pidas, (eso no), que no intente volver a un pasado que ya no existe.Aunque, no sé, tal vez funcione eso de cargarse el retrovisor a pedradas...