
Desprecio las linternas rojas
que alumbran de noche en la puerta
pues aunque obliga la vida
la mente no se hace sierva.
Me llamarán dama, pero soy concubina
me mandarán carrozas, pero iré andando,
hablaré sin que me pregunten
aunque, no me miren directamente a los ojos
hasta que me doblegue la vara del insulto.
Pero aún hay más orgullo en ello
que en toda la servidumbre plebeya habida
¡No quiero tamboriles y linternas rojas
sin nupcias y sin honra!
Vendida al maridaje por las sobras
será mi vida, quedaré sin historia
a cambio de un masaje en los pies
se extenderá para siempre, la fría noche en mi jergón
mientras arden farolillos rojos sobre mi cabeza.
Pero yo, cargaré con mi miserable existencia
mis manos y cuatro harapos
y mi extraordinaria herencia
el sexo de mi madre y sus lágrimas
que limpio con mi puño cerrado.
P.D.: "Las elecciones en la vida no son fáciles, pero a veces es cuestión de cerrar los puños y contener las lágrimas... o de abrir las manos y derramar las lágrimas... ¡tú eliges! (¡¡repito, no es fácil pero... intenta elegir!!)"
MariCari, la Jardinera fiel.
{¡B U E N A_____S U E R T E!}♥ ღ ♥