Hotel La Barracuda, donde blablabla (el rollo te lo sueltan en JotDown)
Cuando pasé por la puerta del hotel, camino del ciber que hay en la esquina, iba masticando Magma [Spurious]. Recién terminado y oculto en la maleta de "vacaciones". Ah, mira, ahí es donde... pensé de reojo, sin detenerme, y seguí con el runrun-quémierda-rún de Magma. El texto no tiene la culpa, en realidad, sino toda la basura que lo rodea. Sobre todo, la más cercana, en la contraportada del libro. Tremenda.
«Brutalmente divertida», San Francisco Chronicle.
Dos palabras. Run run. Que es entretenido, pshé, vale, pero de ahí a brutalmente...
Que menciona una y otra vez esto:
... pshé, vale, pero en la misma casa (aquí) también se le menciona, con mejor acierto: la carcajada fue tan alta que shhh, los vecinos, que es tarde.
Una hora después ando el camino inverso, sin haber escrito nada parecido a una anti-reseña. Tantas cosas para leer con la tarifa plana de datos que me he olvidado por completo.
Entran y salen muchos turistas en bañador. Espero, paciente, con un helado en una mano y la cámara en la otra. Una foto. Tantos veranos a pocos metros de este sitio y sin saber nada.
Siento vértigo por la coincidencia desconocida, porque ya hay tres copias de mi libro por ahí y porque tengo que comerme los nudillos por el perfeccionismo, que en el ordenador prestado no he podido corregir las erratas del archivo Kindle.
No importa, ya lo arreglaré.
Termino el helado mientras observo el edificio, que siempre ha estado ahí. Ahora es "el hotel de Bérn-Jard". Sé que no se pronuncia así (la h es muda) pero es un tic disléxico cada vez que lo veo escrito. Jard en privado. Para no liarme con Bernard. Con la de apellidos que ahí y nos marchamos de vacaciones al mismo sitio, sin tener ni idea...
De vuelta, con un ordenador para mí sola, lo intento de nuevo.
En vez de eso, acabo leyendo El malogrado.
Parece un tema fetiche de los escritores esto del talento, de la inspiración, de la trascendencia y etcéteras. La mayoría de análisis son erróneos, a pesar de que es un tema harto explotado, ya arquetípico...
Es tan largo que hoy no voy a transcribir/resumir los folios. Todavía faltan un par de ideas. Prefiero revisar por quinta vez las palabras que ya puse de Elizabeth Gilbert, siempre me hacen sonreír.
Aunque no sea divertido que los poemas te pasen por encima (como una motocicleta) ni que los relatos te atropellen, como un camión. Poco (o nada) tiene que ver eso con haber leído, más o menos, a todo tipo de autores. Really.
P.D. Ya no puedo cabrearme como una mona por no haber publicado, mientras que a otros les publican todo tipo de mierdas. De manera sorprendente, el hueco se ha llenado con nuevos capítulos de la novela en curso (L.N.P.) y con otra (¿otra? dejadme vivir) idea raruna de tipo académico, de esas que tanto gustan a la élite, en la que Sade, Maquiavelo, Kafka y Dante hacen cosas y viven en la misma urbanización.
Vacaciones, qué es eso.
Me está afectando a la cabeza, que enlazo a Jórror-Daun.