Páginas de Metáforas. Así es como he decidido nombrar este proyecto o intento de él. Hasta ahora era un conjunto de ideas que estaban ahí en un limbo creativo, apuntadas esperando su momento. Tampoco es que ahora tenga mucho más claro que entonces qué va a salir de aquí. Ni tengo guión ni he planificado nada, más allá del regodeo visual en ciertas imágenes.
¿Por qué lo nombro entonces como proyecto, por qué trabajar con él y no con otros que haya intentado empezar antes, por qué empezarlo? Necesito escribir. He cerrado algunas puertas ya con el final del proceso de Páginas de Flores y noto que está se están abriendo otras nuevas. No sé qué me voy a encontrar al otro lado, pero estoy dispuesta a caminar y descubrirlo, sea lo que sea.
Y no, esta vez no puedo trabajar en algo que ya haya tocado. He decidido aprovechar la enseñanza de mis intentos anteriores y alejarme de ellos por el momento. Son ideas que tuvieron su momento o lo tendrán si maduran lo suficiente como para que merezca la pena volver a utilizarlas, volver a perderme en ellas. Hay que mirar hacia delante, como ya dije aquí.
Sinceramente, no sé qué va a pasar con este texto, pero intuyo (dentro de mí algo me lo dice) que, sea lo que sea que pase al final, será importante para mí.
PD: Mi amiga Aya publica su novela, Amor perdido, con Babylon. Un buen ejemplo de que puede salir una historia buena del NaNo. Y una novela recomendable para los que disfruten con la romántica, os lo garantizo.